Una novela descarada, con un ritmo frenético, tan salvaje como divertida. Tras saludar a los amigos y tomar una copa, Rock Bailey salió del club del viejo Lem a tomar el aire. Una invitación a fumar, un pequeño mareo y... Rocky, joven y atractivo deportista californiano, se ve envuelto, sin comerlo ni beberlo, en una turbia historia de experimentos genéticos, luchas entre bandas y misteriosas apariciones y desapariciones de rubias despampanantes. A cuestas con su preocupación por conservarse casto hasta los veinte años, Rocky, ayudado por sus amigos, intentará resolver una enmarañada trama a lo largo de las páginas de esta delirante y corrosiva parodia de novela negra, tan de moda en sus días. Aquí todo es posible : dar al traste con los buenos propósitos de castidad, lanzarse en paracaídas sobre una isla, que hablen los perros, que se hagan chistes sobre el presidente Truman... y que se desee la muerte de los feos.
Es un libro de ciencia ficción, algo así como Un mundo feliz de Aldous Huxley pero con más discriminación. Acá no hay alfas y betas y cada quien es feliz con lo que le toca. Acá solo hay lindos. No me encanta la verdad Boris Vian pero esta obra en particular me resultó interesante y se lee muy fácil. Recomendable pero no indispensable en mi opinión.