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Sinopsis de PROHIBIDO MORIR AQUÍ

Una fábula atemporal sobre la vejez. Una lluviosa tarde de domingo, poco después de haber enviudado, Laura Palfrey llega al Claremont para iniciar una nueva vida. En el hotel la esperan cuatro huéspedes permanentes, días ordenados en torno a las rutinas de las comidas y los programas de televisión. Solo modifica el tedio la visita esporádica de algunos familiares. Pero nadie va a ver a Laura. Cuando de pronto conoce en la calle a Ludo, un joven a quien desvela el deseo de ser escritor, juntos elaboran un plan para compensar la soledad a la que la tienen sometida. Elegida por The Guardian como una de las mejores novelas de todos los tiempos, candidata al Booker Prize, Prohibido morir aquí es la obra maestra de Elizabeth Taylor. Su genio reside en la forma tan verosímil con que sabe capturar cada detalle revelador de la vida cotidiana. El encanto poético, la precisión de las observaciones, un milagroso sentido de la ironía y un afinamiento justo de la voz terminan por componer una narración vívida, inolvidable, extraordinariamente conmovedora. “Admiro a Elizabeth Taylor, una autora de gran sutileza, compasión y profundidad. Vuelvo

20 reseñas sobre el libro PROHIBIDO MORIR AQUÍ

Una historia tierna, que trata sobre todo de la vejez y la soledad. Vemos cómo se van desarrollando ambos puntos en dos de los protagonistas. Por una parte, tenemos a la señora Palfrey, cuya situación se asentúa en el Hotel Claremont, donde pasa la mayor parte de sus días, aburrida, con dolores propios de la edad, sin poder hacer mucho más que quedarse ahí, a la espera de nada y de nadie, sintiendo esa soledad que ronda de cierta manera en todos los individuos del hotel. Por otro lado, tenemos a Ludo, cuya soledad se asentúa de manera diferente ya que, a pesar de su juventud, ésta se presenta de una manera distinta pero de igual intensidad en comparación que la de la señora Palfrey. Es una historia con una buena narrativa, que nos deja una gran enseñanza. Lo único que me hubiera gustado, es calar más en la relación entre ambos protagonistas. Sentí que me faltó leer más momentos compartidos entre ellos.


Triste muy triste, la soledad de la vejez y el abandono de los afectos. Marca una realidad de la que no podemos escapar, nos hace pensar mucho.


Una historia maravillosa. Muy dinámica y alegre. Con una cuota de humor muy acertada. Lo mejor de la historia es la tecnica. La escuela de escritoras inglesas a lo largo de la historia es la reivindicación absoluta de la técnica literaria, que tan importante es a la hora de un argumento no tan potente. Me encanto


"Si no es un lugar agradable, no estoy obligada a quedarme" dice la Sra. Palfrey en la primera página y uno ya empieza a dudar de si habla del Claremont o de la misma vejez. A partir de ahí, los vecinos de la anciana, que están en ese limbo hotelero, paso previo a la casa de ancianos final y el encuentro fortuito y rico con Ludo, un joven con aspiraciones a escritor nos van a alegrar el día. Hay libros que uno los lee y por un par de días, al terminarlos, no puede leer nada más. Hay un duelo, hay una despedida, hay un homenaje. Es de almas sensibles permitirse ese ritual bello de decirle a la Sra. Palfrey "Gracias por todo. Por un ratito, decido que no hay personaje que pueda reemplazarla". Libro hermoso, ágil, con personajes muuuuy ingleses (y eso es una hermosa cualidad), con su juego de simulaciones y de consignas sociales y sus reflexiones duras y reales contra la vejez. Leanlo, por favor. Tengan ese privilegio. Es un hallazgo ese libro. Oajlá lo disfruten tanto como yo.


Me encanto. Y me hizo pensar mucho en la vejez y en como la afrontan los ancianos. Pude ponerme en el lugar de Laura ( la protagonista) y si la autora quería lograr concientizar, creo que lo hizo jaja


Una maravillosa reflexión sobre la vejez y la soledad. Un inquietante planteo: estaríamos dispuestos a renunciar a una parte de nuestra libertad alcanzada a cambio de volver a sentirnos necesitados por alguien? Conmovedora novela que vale la pena ser leída a pesar del tono de tristeza que deja instalado.


Muy buen libro para pensar en la vejes con todos sus trastos, y de la relaciones que nacen de la necesidad de compartir un espacio juntos. Creo que la autora plasma muy bien esa situación , la historia podrían ser mucho mas desgarradoras situada en un geriátrico del conurbano , pero en un hotel ingles, la historia se sobrelleva mejor. Es un libro para la reflexión y si no es un lugar agradable no estoy obligada a quedarme es una frase del principio que habla de un lugar , una situación o de la vida misma.


Podría escribir páginas y páginas sobre este libro, pero un par de párrafos deberían bastar para contagiar las ganas de leerlo. Laura Palfrey enviuda y siente que ya no puede estar sola, así que se muda al hotel Claremont, en donde debe insertarse en una pequeña sociedad hostil. Aquí hay dos categorías de huéspedes: los turistas y los ancianos que se recluyen en el hotel de paso hacia su postrera morada: el geriátrico. Y luego, la muerte. La señora Palfrey se siente sola, pero no es la única. Cuatro huéspedes permanentes la acompañan y, si bien hay fricciones entre ellos, forjan un vínculo que se funda no en la amistad, sino en la compasión que el resto del mundo no les ofrece. Los personajes se encuentran en una paradoja: viven esperando la muerte. Viven a medias, sufriendo por la enfermedad, solos y comiendo mal. Esto los enoja. Crean corazas, fachadas para mostrarse enteros frente a los demás, mientras se desmoronan por dentro. El personaje de Ludo aparece para ser un destello de esperanza en la vida de la protagonista. Equilibra la trama que, sin él, sería desgarradora. Quien llegue al final de este libro conmovedor sentirá la urgencia de ser el Ludo en la vida de algún viejito ❤️


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FRASES DEL LIBRO PROHIBIDO MORIR AQUÍ

Sus labios se movían suavemente mientras intentaba recordar los versos que había leído ese día. Mañana los habría olvidado. Sólo perduraban los poemas que había aprendido de memoria en su infancia.


Publicado pordaniela27

Mientras caminaba por Fulham Road, Ludo pensaba en el amor y en sus espantosas desigualdades. Siempre hay alguien que ofrece la mejilla y otro que la besa.


Publicado pordaniela27