Un verdadero DESASTRE. Ésto es lo que mi vida ha resultado ser. Ya sé que lo he dicho muchas veces, pero esta vez ¡¡va en serio!! ¿Y por qué esta vez sí? Porque tengo NOVIO. Tal vez debería sentirme la persona más feliz del mundo. No soy guapa, pero tampoco soy un cardo borriquero; vivo en Nueva York, el lugar más cool del momento; soy una princesa y...tengo lo que todas las chicas desean: un novio, Kenny. ¿Qué más podría pedir? Pero el pequeño problema es que con sólo ver a Kenny ¡me salen sarpullidos!
Por muy princesa que sea Mía se enfrenta a los problemas de su edad como toda adolescente, ahora cree estar enamorada, y debe enfrentarse a sus sentimientos pero sigue estando sola y nadie la comprende, al menos eso es lo que cree.
COMENTARIO, NO RESEÑA: Me sigue gustando esta saga. No me esperaba ese final. El problema que veo en Mia es que su madre no le aconseja ni se da cuenta de que Mia necesita dejar a Kenny mientras antes mejor. Me da pena que su madre este deseando que se vaya de casa. Deberían de haberle hechado en cara algo a Kenny, como que supone demasiado o algo así.