Protagonizado por Lutgardo García Díaz. Un pregón íntimo, muy cargado de emotividad, que impresionó a los que asistieron a su pronunciación en el Teatro Maestranza, y en el que mostró sus vivencias de niño acompañado de su padre. Un texto de calidad indiscutible, una prosa muy cuidada y un verso propio de un auténtico maestro.