La mejor guía para descubrir Praga desde dentro: pasear por un laberinto de sinuosas calles adoquinadas y casas barrocas, tomarse unas cañas de delicada cerveza checa, unirse a la movida de los locales nocturnos y después curar la resaca con queso frito y tortitas de patata o asomarse desde el castillo de hadas de Praga, a 96 vertiginosos metros de altura, entre numerosas experiencias más.