Sinopsis de POSGUERRA INCIVIL

Gijón adquirió un fuerte carácter castrense desde el final de la guerra civil, como sucedió también en el resto de las ciudades y los pueblos del país. Las libertades fundamentales habían desaparecido. Los ganadores recordaban constantemente a los perdedores quiénes eran los vencedores y quiénes los vencidos. Se obligaba a levantar el brazo en el cine, en el fútbol, en cualquier acto público. El Sporting hubo de renunciar a su denominación popular, considerada como extranjerismo y, por tanto, peligrosa. Si hubiera que elegir cuatro palabras para definir los años de la posguerra gijonesa, estas serían hambre, estraperlo, miedo y represion. También hubo alegría:la que demostraban los ciudadanos afectos al nuevo régimen. La línea divisoria entre afectos y desafectos estaba trazada.En esos años posteriores a octubre de 1937, en un Gijón semiderruido, todavía en pie de guerra a pesar de la paz, se alternaban las detenciones, los fusilamientos, el hambre y el cambio en los nombres de las calles con partidos de fútbol y veladas de boxeo, con proyecciones de cine y festivales de variedades. De todo ello, de claros y sombras, y de la dignidad de una ciudad, se habla aquí, porque la cultura popular y el asociacionismo también forman parte de nuestra memoria histórica.

0 reseñas sobre el libro POSGUERRA INCIVIL

TAMBIÉN SE BUSCÓ EN HISTORIA, POLÍTICA Y CIENCIAS SOCIALES