POR UN BISTEC

Por un bistec - Jack London Que pensarías si en una primera escena del libro, encuentras a un hombre comiendo una cena sencilla, añorando comerse un buen pedazo de carne, mientras su esposa le mira comer y sus hijos se fueron a la cama temprano, con hambre, a fin de que su padre tuviera una mejor comida. No digas que no, fluyen los sentimientos de indignación y crítica. Pues bien, igual los sentí e igual mantuve esa sensación por buena parte del cuento. Sin embargo, no todo es lo que parece, dependiendo de quién y cómo se mire, hay injusticias que las personas aceptan sobre sí, con el objetivo de obtener un bien mayor. No quiere decir que esto sea bueno, simplemente es lo que es. Se trata de un cuento sobre los esfuerzos por la sobrevivencia, la reflexión de un boxeador que llega al límite de su vida, piensa y reflexiona sobre lo que ha hecho y lo que le llevó a esa última pelea y sus consecuencias. Donde sin duda, recuerdas aquella frase de “Juventud divino tesoro”, pero que además valoras la importancia que solo la experiencia te puede dar, y que hace que te aferres a una última esperanza. Es un cuento diferente, si, se basa en el boxeo, lo advierto. Si no sabes nada del tema, tranquilo, que te lo describe paso a paso, lo cual también puede ser pesado para quienes no mostramos gusto por él. Suerte si decides leerlo. Leído en 2022

Un buen bistec. Este es un relato particularmente interesante debido a que el mismo presenta una narrativa y un desarrollo que no es muy bien visto actualmente por la comunidad de lectores y escritores, pero que sin duda representa un estilo marcado y funcional para este autor. Este es un escrito cerrado que no da pie a fantasear con otros finales o un “¿Qué hubiese pasado sí?”, el desarrollo de la historia y el final te lo dicen todo. Comenzando por el principio, valga la redundancia, el cuento tiene un inicio espectacular con una imagen que sin duda nos lleva a imaginar las posibles líneas o tramas que el texto va a abordar, para equivocarnos en todas y cada una de las suposiciones hechas. Otro punto que tiene muy a favor, y a su vez en contra, son las descripciones. El narrador omnisciente nos cuenta absolutamente todo sin dar lugar a que nos equivoquemos imaginando las acciones, movimientos y emociones de los personajes. La información teórica y los hechos mismos cuentan con una perfecta distribución que mantiene, por momentos, el interés del lector y, en mi caso, ayuda a aprender cosas nuevas a pesar de tratarse de un tema que no genera el mismo interés para todos los públicos. Resaltadas tantas cosas buenas de la historia, quizás se digan: «Entonces, ¿qué tiene el texto para no ser bien visto? ¿Por qué las descripciones de este no generan una buena impresión?», pues aquí entra mi análisis. El texto está cargado excesivamente de descripciones que, aunque en ciertos momentos son poderosas y ayuda a entender la narrativa, en otras se vuelven obstaculizante para mantener el ritmo de la lectura y en mayor medida el desarrollo de la trama. Sumado a esto, también hay una redundancia de explicaciones que ojalá fueran de cosas o párrafos distintos; sin embargo, son del mismo tema y se repiten una y otra vez. En este caso, el autor se empeña en hacernos entender que —micro espóiler— el hambre, la carencia y las malas decisiones tomadas por nuestro héroe, son la que le hacen perder la pelea; además, nos está repitiendo todo el tiempo que nuestro boxeador es un hombre experimentado en el campo del boxeo. Por último, hay párrafos dónde la información no se suministra de la mejor forma ni tiene una arquitectura lógica que conecte los datos brindados con lo que sucede. Haciendo un aparte. Aun con todo lo mencionado anteriormente, para su época y para estos tiempos, este autor: Jack London, fue y sigue siendo considerado un gran escritor. Mi dilema yace en que, gracias a la corta experiencia que he tenido en talleres de escritura, si un aprendiz o escritor promedio muestra un trabajo de estos, sería destrozado por la crítica y el cuento nominado como un “adefesio”, por los puntos que señalé con anterioridad; pero al estar escrito por un autor de renombre es considerado por algunos lectores y escritores como un clásico de la literatura. Comprendo que quizás por el año de la publicación del texto, el uso intenso de las descripciones y las sobre explicación, podían ser comunes y la época lo exigía. Sin embargo, si no fuera así: ¿Qué diferencia este cuento de otros escritos con la misma “técnica”? ¿En qué situaciones es bueno abusar de las sobre explicaciones y el exceso de descripciones? ¿Será que nos acostumbramos a que todos los clásicos o textos escrito en el pasado con este estilo son literatura, pero los escritos en esta “modernidad” son basuras por el simple hecho de generar una especie de fastidio en los lectores? O ¿simplemente es una cuestión de gustos? Este texto para mí a significado todo un proceso que me ha llevado a replantearme muchos conocimientos que consideraba como una única verdad en la literatura y si llegan a leer el cuento, me encantaría escuchar vuestras opiniones.