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Sinopsis de POR FAVOR, CIERRA LOS OJOS

Hoy día, el exceso de información, de transparencia y de rendimiento nos ha conducido a un tiempo incapaz de callar ni de concluir ningún proceso, un tiempo que ya no exhala ningún aroma. Pero el pensamiento no es posible sin silencio. Para poder pensar y concluir, hay que poder cerrar los ojos y contemplar. «Hoy es necesaria una evolución del tiempo, que produzca otro tiempo, un tiempo del otro, que no sería el del trabajo, una revolución del tiempo que devuelva a este su aroma.»

2 reseñas sobre el libro POR FAVOR, CIERRA LOS OJOS

Un breve ensayo de Byung-Chul Han (2016) sobre la falta de conclusividad de la época contemporánea y de la vacuidad de la sociedad de la hiperinformación. . "El cauce narrativo es estrecho. Por esa razón es muy selectivo y no produce ninguna masa de información. La información es una categoría posnarrativa. La negatividad de la narración impide la proliferación y masificación de lo positivo. En contraposición a la memoria, que muestra una estructura narrativa, la información carece de historia, es decir, de conclusión. Es meramente aditiva." . "Toda la historia del pasado, como la utopía, la revolución y el mito, fluye hoy hacia la máquina de la información como hacia un estanque con un muro de contención, que luego arroja fuera poshistorias (datos sin conclusión) consumibles cada vez con mayor rapidez. La información no es ninguna conclusión. Por eso tiende a proliferar y masificarse. En eso se distingue tanto del saber como del conocimiento y de la verdad." . " El sujeto del rendimiento es incapaz de concluir. Se rompe bajo la coacción de tener que producir cada vez más. Precisamente esta incapacidad de cerrar y concluir conduce al síndrome de Burnout. Y en un mundo donde la conclusión y la terminación han dado paso a una continuación sin final ni dirección, no es posible morir, pues también morir presupone la capacidad de concluir la vida."


Reseña de “Cierra los ojos” de Byun Chul HanByun Chul Han es la demostración de que no es necesario plantear obras paquidérmicas para tratar los temas centrales de la sociedad actual desde un punto de vista filosófico.Hace un par de años optamos por iniciar la lectura (por mera curiosidad) de “La sociedad del cansancio”, quizá con el prejuicio de algunas posturas políticamente particulares del autor que de una u otra manera exponían como enfoque central del mundo actual en la explotación del hombre por el hombre. Al culminar esta lectura destacamos la profundidad de los argumentos de Han así como el acercamiento pasmoso del ser humano siendo degradado por sus condiciones. Hoy nos convoca nuevamente adentrarnos al universo filosófico Byuniano con un breve, pero no por ello trivial, ensayo llamado “Cierra los ojos”. La inconclusión producto de la sobrecarga de información, el internet, las redes sociales y la conectividad digital son la idea central de este ensayo virtuosamente logrado por el autor. En un primer acto afirma por una parte el tiempo del silencio y su directa relación con la conclusión. En tal sentido la narración es una conclusión, no obstante la aceleración en la narración misma es el factor que desvirtúa el segundo en favor del primero, pero, ¿Dónde observamos el elemento acelerador en la narración?, expone el autor lo siguiente: “Las actuales imágenes digitales carecen de silencio y, por tanto de música, e incluso de aroma. La permanente exposición al internet hace de un bucle inconcluso la existencia narrativa en si misma. Ya no es textual, es digital, por lo tanto es inconclusa. El tiempo bueno concluye que “el sujeto agotado del rendimiento duerme tal como se duerme una pierna. Eso no es ninguna forma de conclusión. También el insomnio viene de la incapacidad de concluir. Para dormir, hay que concluir el día. Hoy cerramos los ojos, si es que los cerramos, por cansancio y agotamiento. Sería más acertada la formulación: Simplemente los ojos se cierran, lo cual no es ninguna conclusión”. En términos filosóficos y muy en la línea de la sociedad del cansancio, el autor concluye que en la medida en que no podamos cerrar los ojos no podremos desconectar una vida del tedio y el vacío que experimentamos por el solo hecho de no poder concluir. “La sociedad del cansancio toma el tiempo mismo como rehén. Lo encadena al trabajo y lo transforma en tiempo de trabajo. El tiempo de trabajo es un tiempo sin conclusión, sin principio ni fin. No exhala aroma. La pausa, como paisa de trabajo, no marca ningún otro tiempo”.


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