Sinopsis de PLATA QUEMADA

Un relato criminal frenético. Una historia en la que la violencia no tiene límites, un drama dominado por: la traición, la avaricia, la corrupción, el miedo y la desesperación. En Plata quemada no hay lugar para la tregua, la indulgencia o el perdón. Una lectura imprescindible del Javier Marías argentino. Ricardo Piglia hace una reconstrucción ficcionada y caleidoscópica de un atraco que tuvo lugar en 1965 en la provincia de Buenos Aires. Una banda criminal, conchabada con policías y políticos corruptos, prepara el asalto a un furgón que contiene un botín millonario. Tras el golpe, abandonan a sus cómplices y huyen al norte con el dinero. Pero la ley, los medios de comunicación y los traicionados los perseguirán hasta el asedio último y sangriento en un edificio de Montevideo.

12 reseñas sobre el libro PLATA QUEMADA

Esta historia es algo así como la versión latina de "A Sangre Fría" de Truman Capote, lo que podría ser llamada Sangre caliente, pero bueno desvarío. Una historia basada en un hecho real de un robo muy peculiar, tanto por el atraco mismo como por el desenlace. Es una historia sobre la marginalidad, la droga, la homosexualidad, las enfermedades mentales, la pobreza y la infancia desvalida. Un punto destacado es la violencia policial y la tortura. No hay juicios sobre los hechos, solo es un relato en tono periodístico y donde se citan los reportes judiciales y la prensa reales y donde el autor llena los huecos con lo que cree más lógico. No sé si es una novela que se pueda leer si uno está muy afectado por la realidad. Pero tiene un punto de héroes marginales que a muchos les gustará.


¿Qué es robar un banco comparado con fundarlo? Ricardo Piglia no pudo encontrar otro epígrafe mejor para su novela Plata Quemada, que esta pregunta de Bertolt Brecht. Desde la primera línea se sabe que el autor va a desarrollar aquí uno de sus temas recurrentes: La relación del hombre y la sociedad con el dinero, pero esta vez lo aborda desde una novela de no ficción, basada en hechos reales que ocurrieron entre el 27 de septiembre y el 6 de noviembre de 1965: El asalto a un banco en San Fernando, provincia de Buenos Aires, la huida de los criminales con la plata hacia Montevideo, y el operativo de búsqueda, persecución y asedio ejecutado por las fuerzas policiales de Argentina y Uruguay. Plata quemada impacta por la sordidez de sus protagonistas y la extrema violencia de sus acciones: Enrique Mario Malito, el Cuervo Mereles, el Nene Brignone y el Gaucho Dorda, son pistoleros, drogadictos, esquizofrénicos y homosexuales, anti héroes suicidas que deciden vulnerar el orden social, fugarse, enfrentar lo imposible, resistir y morir antes que entregarse; su hazaña criminal nada tiene que envidiarle a la mejor historia de gánsteres, con la diferencia de que esta épica delictual no es fantástica, Piglia trabaja con materiales provenientes de una investigación bien documentada, cuyas fuentes son los archivos judiciales, las publicaciones de la prensa, las transcripciones de testimonios e interrogatorios, las grabaciones de la policía y hasta los informes psiquiátricos sobre la salud mental del Nene Brignone, el más temible de los malandras. Si alguien me pregunta por qué es tan importante esta novela para mí, respondería que vengo siguiéndola desde sus orígenes en Los diarios de Emilio Renzi, donde es referida por primera vez en noviembre de 1965, cuando el joven cronista del diario El Mundo dice: “Acaso el final de mi novela sobre Cacho esté en el departamento de Montevideo en esos tres pistoleros atrapados allí, aguantando dieciséis horas y resistiendo contra cuatrocientos policías y soportando fuego, balas, agua, bombas hasta que al fin queman el dinero y gritan: “Vengan a buscarnos, guanacos.” Plata quemada es la materialización de una forma o de una técnica narrativa que Piglia siempre estuvo buscando a lo largo de treinta y dos años: “la novela como investigación de la realidad. Alejada de la anécdota tradicional como de la novela sin argumento, en cuanto la historia ya está en lo real y es necesario reconstruirla y narrarla, como si no se la inventara”. Durante cinco años el autor trabajó con los materiales de investigación, buscando el tono que le permitiera trasladar al papel la continuidad de las acciones, el lenguaje oral de los protagonistas y testigos, pero fracasó en su empeño, abandonando el proyecto en 1970, una década antes de involucrarse en la escritura de Respiración artificial, que fue su primera novela publicada. La lectura de los diarios me permitió seguir el rastro del escritor en su proceso creativo, de ahí que la narración de los asaltantes, con ese crudo lenguaje que procede de la realidad, agitada, cambiante y violenta, es la aplicación práctica de un método que quiere trasladar a la escritura el uso del grabador, el reportaje, y la no ficción, explorando un camino nuevo que tiene tanta importancia documental como el cine. Así que, en cierto sentido, es como haber asistido con Renzi, a una clase magistral de literatura, donde el profesor transmite lo que ha descubierto en las novelas de Puig, y más todavía, en sus lecturas de Henry James, a quien cita textualmente: “Hay que hacer suficiente e intensa la visión del mal para poner al lector frente a sus propias experiencias, su propia indignación, su propia simpatía y horror, proporcionándole de modo suficiente todos los detalles. Hay que hacerlo pensar el mal, hacerlo pensar en él por sí mismo, y de este modo te ahorrarás débiles especificaciones”. Plata quemada fue escrita empleando materiales y elementos documentales, su éxito se cifra en el uso de estos recursos para desarrollar la trama como si se tratase de ficción, mostrando sin reservas la perversión de la sociedad, representada en los criminales y sus conductas lesivas o desviadas; en las acciones del estado, que mueve toda su maquinaria policial, con el único fin de tapar a como dé lugar, los actos de corrupción de los políticos que planearon y ordenaron el robo, y no para ejercer contra los delincuentes la legítima justicia; en los medios de comunicación que hacen de la matanza un circo de información tergiversada; y esencialmente, en la propia colectividad, manipulada y embrutecida por el sistema, hasta el extremo de justificar o aceptar la masacre, porque quemar plata es un acto nihilista y de terrorismo extremo, un acto absoluto y gratuito de puro derroche, una atrocidad peor que el canibalismo, que perjudica la moral cuando ataca el valor trascendental del dinero, razón de ser del trabajo y la vida humanos, y a ultranza, de la estructura social.


“Plata quemada” ganó el Premio Planeta de 1997, empezó con un problema, fue querellado por Gustavo Nilesen por entender que violaba la buena fe del concurso, en forma sencilla, Piglia había firmado para entregar una novela a la editorial, la presentó en el concurso y uno de los miembros del Jurado era el agente del escritor, conclusión, Nielsen gano el juicio. Algunos lo vieron como una operación de prensa. Paralelamente se decía que la obra se basaba en “hechos reales” cuando los familiares de los delincuentes hicieron juicio por daño moral, el argumento fue que era una obra de ficción. El libro fue llevado al cine en el año 2000 con la dirección de Marcelo Piñeyro. Asimismo surgió literatura sobre los “Hechos reales” y la gran pregunta si la plata fue realmente quemada, dando lugar a "Liberaij. La verdadera historia del caso Plata quemada" (Publicado por Sudamericana de Uruguay) de Leonardo Haberkorn en el 2014. Es el relato sobre el suceso del 5 de noviembre de 1965, tras enfrentarse a más de 350 policías durante 16 horas, los asaltantes argentinos Marcelo Brignone, Carlos Alberto Mereles y Roberto Dorda cayeron abatidos en el edificio Liberaij, en pleno centro de Montevideo, en la calle Julio Herrera y Obes 1182. Sobre PLATA QUEMADA no hay mucho más que agregar sobre lo que han dicho otros que previamente han comentado, es un excelente policial negro, con la exquisita pluma de Piglia. MUY RECOMENDABLE


Quizás esta sea la novela más conocida de Piglia. Contribuye a esto que se haya hecho una famosa película basada en ella. Me sorprendí cayendo en la cuenta de que era la única obra de Piglia que no había leído (siendo un profundo admirador de su obra). El estilo árido, filoso, con ese tono diáfano tan propio de Piglia sirve de marco para el relato ficcionado de una crónica policial. El constante vaivén en que el el autor nos lleva del relato a primera persona a la crónica periodística policial es, a mi juicio, magistral. La trama se desenvuelve mostrando el complicado entramado del bajo mundo como un lugar donde lo "fantástico" (el término es de Piglia) no es ajeno. La relación entre literatura y crónica policial: de Poe a Piglia. Una excelente novela que merece ser leída.


Una novela atrapante, fuerte y altamente realista. Me gusto


No es lo mejor de Piglia. Si una de las narrativas más realistas del autor. Crónica policial que deja lugar a los análisis existencialistas que el autor suele hacer


Novela policial que recoge lo mejor de la crónica roja con la idiosincrática narrativa de Piglia, con una trama que se va sucediendo de forma vertiginosa y explosiva, a ratos tan inverosímil como la mejor de las ficciones pese a basarse en hechos reales. Imposible no devorársela.


Crónica novelada de un asalto en los años 60. Muy buena la recreación de la época y el tiempo armado psicológico de los personajes principales. Buena combinación de escenas de acción con flashbacks que nos muestran de dónde vienen los protagonistas. Se lee casi de un tirón.


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