PIO BAROJA

Cuando inicié la lectura de este libro pensé encontrarme con la biografía de Pio Baroja escrita por Eduardo Mendoza, pero me encuentro con un texto literariamente muy bien escrito, donde el autor sintiéndose discípulo de su narrativa le hace un homenaje analizando la permanencia de sus obras en el tiempo y la razón por la cual está entre los clásicos hispanos que los lectores buscan sin ninguna pretensión académica.

Un escritor contemporáneo, Mendoza, que analiza la vida de un clásico, Pío Baroja. No, no es buena combinación a mi parecer desde el momento en el que la escritura de Mendoza, la cual siempre me ha gustado, se llena de comentarios subjetivos que poco aportan al lector que de verdad quiera conocer a fondo la vida de Baroja. Se palpa que no es de su agrado, quizás por sus coqueteos con el fascismo, quizá por su propia personalidad. No sé, pero no me ha gustado. Para atribuirle algún mérito antes lo descalifica de poco brillante en sus estudios, nada elegante al escribir... Creo que una biografía debe ser otra cosa, algo menos parecido a un artículo de opinión.

Es interesante leer a un escritor contemporáneo que te gusta comentando la vida y obra de un escritor clásico que aún te gusta más. Habiendo leído las memorias de Baroja el contenido de este libro suena a llover sobre mojado; pese a ello siempre hay detalles nuevos y sigue siendo una lectura agradable. No es precisamente un masaje lo que dispensa Mendoza a Baroja: es crítico y expone sus defectos por encima de sus virtudes, lo que hace a mis ojos a Baroja más humano y cercano si cabe.