Las dos obras más íntimas y personales escritas para su difunta hija, en un solo volumen. En Paula relata, junto al lecho en que agonizaba la joven, la historia de su familia para regalársela cuando se recuperara. El resultado es un autorretrato de gran emotividad. En La suma de los días le cuenta las andanzas de su familia en California. Le habla de una casa abierta, llena de gente y de personajes literarios, y protegida por un espíritu: hijas perdidas, nietos y libros que nacen, éxitos y dolores, junto a divorcios, encuentros, amores, separaciones y reconciliaciones. También es una historia de amor entre un hombre y una mujer maduros, que han salvado muchos escollos sin perder ni la pasión ni el humor, y de una familia moderna, desgarrada por conflictos y unida por el cariño.
Es uno de los mejores libros que he leído de la autora. Fiel a su estilo, está autobiografía me llego a conmover y emocionar. Súper recomendable
Este libro es una simplificación de su vida antes, durante y después de Paula, con mucho de Paula, me atrevería a decir que con éste libro volvió a poner en la memoria popular nuevamente la muerte de su hija, un nuevo homenaje para alguien que no quiere el autor olvidar no que lo olviden y creo que es un modo particular de hacer catarsis.