PARÍS EN EL SIGLO XX

No es el tipo de historia al que Verne nos tiene acostumbrado, no hay un submarino, un globo aerostático o una ciudad flotante, tampoco una aventura en el desierto o en la selva, en la Antártida o en la luna. Esta historia viaja en el tiempo, un siglo después en la mente de este extraordinario autor, una ciudad de París futurista, donde todo es titánico y asombroso. Pero es una época en la que todo es industrial y tecnológico, frío y sobrio, donde no hay lugar para el arte, todo poema, libro o música es sobre máquinas y funciones de las gigantescas fábricas. Tratemos de imaginar una cultura sin los libros que han ido trazando el sendero del conocimiento, que han marcado nuestras almas con sus lecturas. Los grandes escritores, poetas y filósofos se han extinguido y con ellos sus obras, ya nadie las recuerda en este año 1961 donde transcurre la historia. Una trama técnica al estilo de Verne, donde en cada libro plasma sus extensos conocimientos e imaginación pero en esta última obra suya, poco conocida, deja su crítica a los artistas de la época sin olvidar de ensalzar a los hombres y mujeres que han aportado su espíritu a la humanidad. Todo desde la perspectiva de un joven con alma de poeta, algo prohibido y peligroso en esos días, Michel tiene que vivir en esta sociedad mecánica e industrializada y sin lograr adaptarse a ella va transitando una decadencia que lo carcome por dentro.

Nunca me había costado tanto decidir si un libro me había gustado o no, pero he llegado a la conclusión de que ambas respuestas son correctas. No me ha gustado la historia ni el protagonista. Michel Dufrénoy es un joven poeta (no supera los 20 años), quien nació en una época en donde el arte y la literatura están casi extintas y el dinero y la ciencia dominan el mundo, y que sólo se dedica a quejarse y a desperdiciar la ayuda brindada. ¡Es desesperante! Además, Hetzel, el famoso editor de Verne, rechazó el manuscrito y sus críticas fueron duras, más bien, crueles: “Nada en este libro ofende ni mis sentimientos ni mis ideas. Sólo ofende a la literatura, que es muy inferior a usted mismo en casi todas sus líneas”. ¡Qué cruel! ¡Soy fan de Hetzel! Lo que sí me gustó fueron todos los inventos que se nos presentan en este mundo futurista de 1960 (futuro para él, pasado para nosotros). Verne es un visionario y un científico aficionado, va más allá de la ciencia de su época y a raíz de ella se aventura a presentarnos muchas posibilidades, que ahora son realidades. Ya en su época, de carretas y caballos, nos habla de automóviles, ferrocarriles, ascensores, electricidad y hasta un indicio de internet. Por algo es uno de los padres de la ciencia ficción. ¡Amo a Verne! Deben ver el documental “Profetas de la ciencia ficción: Julio Verne”. Se encuentra en YouTube.

Un obra increíble, para empezar el solo hecho de que el manuscrito se haya encontrado en 1989, deja algo increíble que desear... Es interesante lo que hace Verne en esta obra ya que básicamente lo que hace es poder plasmarse todo lo que el creía qué sería el siglo XX, como siempre, se crea una historia de fondo, y los detalles de la obra son interesantes, ya que logra plasmar muchos detalles qué realmente si ocurrieron en el siglo XX, cuando mencionas por ejemplo el desarrollo de la industria de cómo sería la vida, la tecnología, y demás. Es libro es interesante y muy recomendado.

El arte ha muerto. Ha sido asesinado por una sociedad que desprecia la literatura, la música, el teatro y la poesía, que idolatra la productividad y el utilitarismo. Se trata de una visión distópica de Verne del futuro, la cual empecé a leer pues me pareció interesante la historia de su publicación: fue publicado póstumamente luego de ser encontrado por un descendiente del autor, el cual no lo publicó por el rechazo de su editor por la oscuridad que transmitía. Sin embargo no logré empatizar con el protagonista ni con la historia, se sintió como una cronología laboral algo sosa hacia la miseria por parte del personaje por causa de su vocación artística. Por supuesto no es el mejor escrito de Verne, sin embargo me parece interesante leerlo y pensar en las predicciones en las que acierta asombrosamente, y en las que no tanto.

Una distopia escrita por el mismísimo Julio Verne y sobre todo, en mi opinión, excelentemente realizada. ¿Que pasaría si en lugar de prohibir los libros, a la gente ya no le interesarán?, ¿que pasaría si el arte quedara relegada a engrandecer los inventos industriales y los artistas no pudiesen más que limitarse a las tareas de la industria?. Estas cuestiones son planteadas en este libro y sin lugar a dudas nos hacer hechar una mirada a nuestra realidad actual y ver... Que no estamos tan lejos de ellas.