Las religiones siempre han sido conscientes de la necesidad de purificación. Anselm Grün vierte en categorías de nuestro tiempo el saber de los antiguos griegos, de la Biblia y de los pioneros del monacato, un saber que puede mostrarnos un camino hacia la transparencia interior y la «sencillez de corazón». Y nos describe ritos de purificación exterior e interior que benefician tanto al cuerpo como al alma y nos permiten respirar de nuevo con libertad. Pero también nos previene de un exagerado «celo purificador», al tiempo que nos anima a aceptar con benevolencia nuestro lado más sombrío.