Publicada en 1934, bajo el sello de Julio Walton. Fue entendida como una novela en clave, que enmascaraba aspectos de la separación del vate de su esposa -Manuela Portales Bello-, y el consiguiente abandono de su familia. Escrita a modo de diario de una niña de 18 años, hoy es posible apreciarla como un terrible relato de amor y odio, de fracaso y gloria en el "pequeño mundo" de una familia.