Tanto el primer volumen como éste están dedicados a las obligaciones de los oidores y oficiales reales de Indias. Los oidores son fundamentales, según el autor, para el buen gobierno en cuanto representantes de la justicia real. La posición clave que, en la Lima del XVII ocupó su autor le facilitó el conocimiento preciso de las circunstancias peruanas y de las providencias que para su gobierno, disponía La Corona, en este caso mediante la Institución de la Audiencia.La obra resulta de especial interés para el conocimiento del gobierno y de la vida en las colonias.