En el Madrid de los años sesenta la ciudad es protagonista. No se ha acabado de desembarazar de las secuelas de la guerra y la posguerra y, precisamente por eso, no es capaz, como el país mismo, de embarcarse en el tren de la modernidad. La marquesa de Sigüenza, obra maestra de Goya, aparece en el Rastro, y da comienzo a un relato de prostitutas, homosexuales, farsantes o vencidos, que ayudan a trazar el retrato de una ciudad, de un país, que no acaba de arrancar hacia el futuro. En Off-side, GTB recupera el realismo de anteriores novelas, pero con algunos cambios en el estilo, pues rompe con la trama lineal, y se concentra en describir las acciones de los personajes, incidiendo menos en la descripción psicológica, que deja al albur del lector.