Mañana,como un monte que derrumba de noche y en sigilo su eminencia,como un vaso de aroma roto y hueco: Caeré sobre la tierra!!
Me han dicho,buen Florencio... Que deseas ver un grano de trigo, luego sobre el cruza y recruza la rueda corpulenta del molino: Pués,ven! Ábreme el pecho: Que traigo en el un grano bien desecho.
La perla de la mora. Una mora de Trípoli tenía una perla rosada,una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día; siempre la misma!,ya me cansa verla! Pocos años después, junto a la roca de Trípoli,la gente llora al verla! Así le dice al mar la mora loca: Devuélveme mi perla!
Penas! Quién osa decir que tengo yo penas? Luego, después del rayo,y del fuego, tendré tiempo de sufrir. Yo sé de un pesar profundo entre las penas sin nombres: La exclavitud de los hombres es la gran pena del mundo! Hay montes,y hay que subir los montes altos; después,veremos!
Señor, aún no ha caído el roble,a padecer por tí elegido: Aún suena por su fibra rota el eco del golpe; aún tiembla y vibra dentro el tronco el acero,al aire el cabo: Aún es por la raíz del suelo esclavo: Señor,el hacha fiera blanda y retiemble,y este roble muera.