En 1990, temiendo la extradición a Estados Unidos, Pablo Escobar —cabecilla del cartel de Medellín— secuestroì a diez conocidos colombianos para usarlos como moneda de cambio. Con el ojo de un poeta, Gabriel García Márquez describe la peligrosa prueba de los secuestrados y el increíble drama de las negociaciones para su liberación. También muestra el dolor de Colombia después de casi cuarenta años de revolución guerrillera, sicarios, crisis económica y narcodemocracia. Con intensidad cinematográfica, lenguaje impresionante y rigor periodístico, García Márquez evoca la enfermedad que afecta a su amado país y muestra coìmo penetra cada estrato social, desde el más humilde campesino hasta el mismo presidente.
Es una combinación entre el relato novelesco y periodístico. Diáfano y preciso pero a mi modo de ver, sin la profundidad y la emoción de sus grandes novelas. Trata el mal de Colombia con el narcotráfico y el crimen organizado. De fondo la negociación de Pablo Escobar con el gobierno para tratar su entrega, y el sufrimiento emocional de los secuestrados y sus familias.
..... Pablo Escobar mantenía un jardín zoológico con jirafas e hipopótamos de carne y hueso llevados desde África, y en cuyo portal se exhibía como un monumento nacional la avioneta en que se exportó el primer cargamento de cocaína.
« Había oscurecido una hora antes, el Parque Nacional estaba mal iluminado y los árboles sin hojas tenían un perfil fantasmal contra el cielo turbio y triste, pero no había a la vista nada que temer.»