Con una familia y la fascinante profesión de ser montadora de documentales, un día todo cambió para Olivia Rueda. Sufrió un ictus. Estás memorias narran su historia de superación y recuperación en la que tuvo que volver a aprender a hablar y a escribir. Un relato de optimismo que incide en el valor, a menudo menospreciado, del lenguaje.