A lo largo de las crónicas y breves ensayos literarios que componen este volumen, Alejandro Zambra hilvana, acaso sin proponérselo, una singular teoría de la lectura. Ya sea en el comentario sobrio y refinado de un determinado libro, o en las digresiones biográficas nacidas de los apuntes sobre tal o cual autor desde Parra, Levrero y Pavese hasta Millán, Ribeyro y Tanizaki, pasando por Bolaño, Natalia Ginzburg y Puig, el hecho mismo de leer ocupa el centro de estas páginas, en las cuales el estilete vehemente y bienhumorado contra los lugares comunes y las imposturas se alternan con la celebración intimista y sosegada de haber leído algo verdadero.El título del libro es un generoso engaño que alude al momento en que Zambra dejó de ejercer la crítica literaria semanal y comenzó a experimentar, como él mismo dice, el placer de no leer ciertos libros, lo que le permitió abrazar otras lecturas, más reposadas pero también impetuosas, de obras menos habituales en la agenda periodística.Como en sus novelas y poemas, Alejandro Zambra despliega aquí un estilo que hace de la ambigüedad, la contención y la vacilación valores irremplazables, ofreciendo, antes que una fatua última palabra, la sugerencia de que algunos libros nos incumben de manera sustancial, y, a la vez, dibujando una suerte de autorretrato en espejo convexo: la imagen de un escritor y lector ejemplar, rodeado por su biblioteca llena de espectros y afectos.
Sería una locura hacer crítica al libro de un ex crítico profesional que hace crítica de varios libros en esta obra. Y jamás podría apuntar a tener el talento que este gran escritor tiene para escribir durante todo su libro. Cada hoja tiene arte, es para disfrutar cada una de forma sutil, con gusto. Su estilo es directo, sincero, el cual sinceramente admiro mucho. Cada día me vuelvo más fanático de este gran escritor chileno.
Creo que como a varios lectores les sucede, me gusta mucho leer libros sobre libros, poder tener un anotador al lado y anotar todos los escritores y títulos que se mencionan. Desde mi mesa de luz la pila de libros me mira ansiosa queriendo saber cuáles serán sus próximos compañeros de espera para ser leídos. No leer de Alejandro Zambra es una recopilación de crónicas y ensayos literarios publicados por el escritor en distintos diarios y revistas en el transcurso de diez años. Este libro lo leí varios meses antes de que saliera Poeta chileno y podría decir que es una especie de precuela. Zambra, en estos apuntes literarios nos habla de sus escritores y libros preferidos, podemos encontrar alli a Bolaño, Borges, Cortazar, Guinzburg, Levrero, Baron Biza y entre otros tantos. Aquí nos cuenta su encuentro con Nicanor Parra y para los que leímos Poeta chileno reconocemos ese mismo episodio en su última novela. También podemos seguir indagando en la admiración de Zambra por el poeta Millan. Lo recomiendo para aquellos que luego de leer Poeta chileno se quedaron con ganas de conocer más sobre poetas y escritores .