NO HAY BESTIA TAN FEROZ

"Hice todo lo que pude, me esforze, pero cai rendido ante la burocracia de las leyes y el prejuicio social ". Esa podria ser la reflexion de Max Dembo, ex-convicto, que no logra insertarse en la sociedad y entonces, vuelve a delinquir. Agradable novela policial !! Para mi gusto, se excede con la descripcion de los barrios de Los Angeles y sus alrededores. Pero marca, con precision, los sectores marginados de los delicuentes de la clase alta y acomodada. Me ha gustado, y mucho...........y tiene un final espectacular !!!

Segundo encuentro con Edward Bunker, esta vez con su novela «No hay bestia tan feroz». El primero fue con «Perro come perro» (también en la colección Al margen, de Sajalín) y me moló mucho, pero es que este me ha flipao más todavía. En la faja (DEP, ya hice de Capitán Planeta) ponía que Tarantino sostiene que se trata de «La mejor novela criminal en primera persona que jamás haya leído»: me lo creo, no parece un hype (si bien es cierto que coleguitas, eran). «Perro come perro» trataba de una banda de atracadores de bancos y el gran golpe que preparaban, «No hay bestia tan feroz» narra las peripecias de Max Dembo que tiene muchas más habilidades delictivas: «ratero, estafador, falsificador y ladrón de coches; también [...] timador, atracador a mano armada y chulo, entre otras cosas». Después de pasar ocho años en la trena, Max sale con la intención de predispuesto a aceptar las reglas del sistema. Sin embargo, no tarda demasiado en flaquear y volver a entrar en el juego. No soporta llevar correa y collar (le pasa como a Rigoberta) y que el agente de la condicional -u otros- le controlen. Sin embargo, este libro no es una «novela criminal» al uso, teniendo en cuenta que se basa en la experiencia del autor. Max tiene una moral y un sentido de la justicia propios: admite que es delincuente, sí, pero una víctima del sistema, también. Bunker aprovecha para criticar el sistema en general (y el penitenciario en particular) y la sociedad (americana, en particular). Habla de la naturaleza del ser humano, de amor, de justicia o de libertad, entre muchos otros temas universales. Si te gusta la novela criminal escrita en 1ª persona y con tintes biográficos, hazle caso al Quentin. . «Pídame solo que no cometa ningún delito, no que viva según sus principios morales. Si es eso lo que la sociedad quería de mí, no me tendría que haber metido en orfanatos y reformatorios, y haberme deformado el carácter.» . Reseña completa en https://denmeunpapelillo.net/no-hay-bestia-tan-feroz-edward-bunker/

Impactante novela que devoré casi sin respirar! Escrita por quien sabe mucho del tema por haber estado ahí, retrata el derrotero del protagonista que, apenas difuminado su deseo de redimirse, se deja ganar por sus instintos y vuelve a las andadas, a lo único que sabe hacer para subsistir. En ese camino hacia la gloria o el infierno en el que se cruza con personas de su misma condición, y debe tomar decisiones sobre la marcha, habrá tiempo para la reflexión, la introspección, los balances; la crítica al sistema judicial, los servicios sociales y los derechos humanos; la amistad, los códigos éticos, los dilemas morales, el futuro y hasta para disfrutar del amor. Una lectura trepidante, adrenalínica y adictiva! Muy recomendable!

Edward Bunker retrata el camino del expresidiario Max Dembo; ese que potencialmente lo puede conducir de vuelta a la delincuencia y a la prisión. Es una senda de la cual se diría que no se puede salir. Un raíl que atrapa al tren hasta su destino inevitable. La falta de recursos del reo en la nueva e inexplorada realidad en libertad. Una crítica feroz a la utilidad de la cárcel y la política de reinserción estadounidense. El aroma de la decrepitud humana invade el relato junto con el color de la soledad y la tristeza. Ese tono gris oscuro dota de gran fuerza al relato: Bunker se inició muy pronto en la delincuencia y pasó la juventud entre correccionales y centros penitenciarios, llegando a estar encerrado 18 largos años. No cabe duda de que conocía de primera mano el tétrico paisaje que tan bien dibuja en la novela.

Excelente novela negra escrita bajo el prisma de un personaje singular, un criminal que se ve abocado a la delincuencia. Un descenso a la marginalidad de los bajos fondos con muchos personajes turbios. Brillantes descripciones. Interés sin desmayo y emociones aseguradas. Una joya.