NO DEBO AMARTE

Es un libro, como todos los de Amanda Quick, que tiene una fácil y atrapante lectura, aunque dista mucho de ser una historia de romance. Se lee rápido, como todas sus novelas te mete en un mundo de investigaciones, mentalistas, sextos sentidos, pero el romance brilla por su ausencia. Todas las escenas de "sexo" son herméticas. En este caso, una joven dama de compañía, Emma Greyson, se encuentra obligada, por cuestiones económicas y por la amenaza de que su reputación quede arruinada, a ayudar a un exmiembro de la Escuela Vanza, Edison Stokes, a buscar el Libro de los secretos de la sociedad Vanzariana que fue perdido o robado o quemado de la isla Vanzagara hace muchos años. La búsqueda de ese libro es el último acto de benevolencia que él quiere hacer hacia su maestro, quien le enseñó todo en su juventud sobre las artes Vanzarianas, y quien está en su lecho de muerte. Esa investigación lo acerca a Emma. De ahí que la "contrata" como su asistente. A partir de ese momento la tozudez que atañen a todas las protagonistas femeninas de Quick, que llegan un poco a ser irritantes, y la manía de todos los protagonistas masculinos de querer proteger a la dama en cuestión sin que esta quiera ser protegida, se desarrolla la historia. Que es entretenida, pero si lo que se busca es romance y pasión, no lo van a encontrar.