La historia de un joven rico licenciado en Derecho, hijo único de una madre viuda. que y sus problemas de amoríos y existenciales que vive al cuestionar su cotidianeidad y al visitar al propio Unamuno, quien le dice que es un ente de ficción. A Augusto Pérez, un hombre bueno y simple, pero filósofo y mujeriego o mejor dicho, admirador del bello sexo- fueron su entusiasmo y la voluntad del propio Unamuno, su creador, los que le llevaron a la tumba.
Año de publicación:1914
Que excelente manera de escribir, ahora lo llamarían ironía, yo la llamaría sabiduría, que maravillosa imaginación, que asombrosa capacidad de pensamientos, me divertí mucho con este libro. Me recordó en algunas frases a las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna.. Extractos del libro: ¿Por qué el diminutivo es señal de cariño? ¿Es acaso que el amor achica la cosa amada? ¿Y qué es amor? ¿Quién definió el amor? Amor definido deja de serlo.
La niebla de Unamuno persiguió la existencia de Augusto. Pero su angustia existencial derivó en mortal deseo suicida, en esa difícil concordia entre el ser o no ser shakesperiano y lo que nos rodea, esa infelicidad que llega, no se sabe dónde, porque todos hemos creído, junto con Augusto, que una Eugenia vendrá algún día a decirnos lo valioso que somos. Pero a veces no llega y es mejor amarnos mas a nosotros mismos.
Un libro con reflexiones profundas de la vida, con destellos jocosos y un tanto sínicos. Con un final poco común; Augusto es un hombre taciturno y filosofo en esencia, Unamuno tiene una pluma impredesible en esta historia. Me gusto, es corta y ligera.
Sorprendente, con notas filosóficas, y una escritura moderna. Me ha gustado, mucho, poco y muchísimo...
Una buena forma de iniciarme con Miguel de Unamuno, el libro es tremendamente bueno, y tiene unos toques que te arrancan mas de una risa.
Este es el primer libro que leo de Miguel de Unamuno y la primera palabra que me viene a la mente es "Exquisito", lo cual implica por lo menos un contenido de gran calidad y buen gusto. Maneja con gran destreza las distintas personalidades de los personajes, sus miedos e inseguridades, pasando por varios momentos cómicos y la interacción que el propio autor tiene con su personaje es insuperable.
Augusto Pérez descubre, gracias a Eugenia, el mundo de la pasión y el amor, o eso cree él. Sus dudas respecto de si está enamorado de Eugenia, de Rosario, o de todas, cubren de niebla su mente y su alma y le hacen sospechar al respecto de su existencia. El autor interviene directamente como narrador y trata a sus personajes tal cual un Dios trataría a sus criaturas humanas. Augusto se humaniza dándose cuenta que es un personaje de ficción incluso demandando clemencia a su autor para seguir "vivo". Unamuno construye una comparación casi filosófica entre Dios-hombres y Autor-personajes. Todo ello parece cuestionar el sentido existencial de nuestro paso por el mundo como especie.
A Augusto Pérez, un hombre bueno y simple, pero filósofo y mujeriego –o mejor dicho, admirador del bello sexo- fueron su entusiasmo y la voluntad del propio Unamuno, su creador, los que le llevaron a la tumba. Que esto sea una nivola o una novela tanto da, como explica Pollux Hernúñez en su extroducción. En cualquier caso se trata de una edición revisada, anotada apenas, ilustrada y hecha con el cuidado que la centenaria celebración merece.
Calificación General:8,4
Calificación General:7,9
Frases del libro NIEBLA