NARCISO Y GOLDMUNDO

NARCISO Y GOLDMUNDO – Hermann Hesse Sin duda, éste ha sido el mejor libro de Hesse que he leído. Desde “La Peste” de Camus, ninguna novela me había dado tanto para la reflexión y tanto que sentir. Hesse hace todo esto a través de la relación de dos amigos Narciso y Goldmundo. Narciso es la pura representación del pensamiento, de las ciencias y de la filosofía, un camino claro, una ruta marcada con el rumbo definido en su forma de vida. Goldmundo, es su opuesto, es la esencia vital, el placer y el dolor llevado al máximo extremo. Beberse la vida aceptando lo bueno y lo malo de la misma, impregnar sus ojos de sensaciones de sentimientos. Un camino mucho más arduo el del disfrute, un camino que lleva al mismo punto de partida que es el final: la nada. Porque la vida y la muerte es eso: un camino para recorrer, para aprender, para gozar y sufrir, para sentir. Sentirse vivo y a la vez sentirse cerca de la Madre, de esa madre que es el círculo, ese fundirse como átomos en este universo. Goldmundo llega a acumular tantos sentimientos, tantas sensaciones que tiene que sacar fuera tanta vida y tanta muerte y lo hace a través del arte, es su forma de expresión de todo lo aprehendido, de todo lo sentido. Finalmente, esa dualidad es la misma dualidad del hombre que recorre el camino de la vida a través de los sentidos, del placer y más tarde del dolor que causa el envejecimiento y el conocimiento. Un libro, sencillamente redondo que me deja en el letargo de mi pensamiento y de la reflexión: “Y, lo que era peor aún que todo eso, cada cual buscaba una cabeza de turco para aquella sufridera calamidad, cada cual afirmaba conocer a los malvados, culpables causantes de la peste”. “Con ira y asco observaba Goldmundo aquel panorama, el mundo parecía desquiciado y emponzoñado, parecía que no hubiese ya alegría, inocencia, amor alguno sobre la tierra”. “En cambio, contra esta muerte de peste no era posible luchar, había que dejarle desahogar su furia, y someterse, y Goldmundo hacía tiempo que se había sometido”.

Esta novela fue para mi una bisagra inolvidable . Después de años de tratados de filosofía, teología, ciencias bíblicas y demás, este libro fue mi primera novela. Cómo olvidarla ? Sumergirme en las cuestiones del ser humano desde un lenguaje "vivo" fue realmente innovador y gratificante. Fue como pasar de mirar las hojas de una larga partitura a escuchar la sinfonía que la ejecutaba. Me sentí completamente identificado con ambos personajes principales.

Este libro por medio de la narración de la vida de dos jóvenes con destino y objetivos diferentes, se encarga de mostrar las dicotomías presentes en la naturaleza y a través de un relato que se encuentra situado en el período medieval, da a entender que dicha naturaleza a pesar de los tiempos presenta lo mismos deseos y desazones

Fue el primer libro que leí de Herman Hesse y me gustó el desarrollo que le dio a los dos personajes desde su infancia hasta ya en el ocaso de sus vidas.. mostro a dos personas, dos caminos de la vida sin decir que uno es mejor que otro...

Novela trascendental sobre cómo enfocar y vivir la vida; explicado a través de dos personajes, uno pasivo y meditativo, y el otro vital y activo, pero ambos con una gran capacidad reflexiva que puede disfrutarse especialmente a través de sus fluidos diálogos, pues es una dualidad que todos queremos, tenemos, o somos. Una hermosa dicotomía entre dos facetas bien marcadas yendo y viniendo, de lo artístico a lo espiritual, de lo carnal a la ideológica.

Es interesante ya que la vista erudita y el desarrollo del pensamiento que es más visto en los protagonistas de los libros de Hesse en este caso se encuentra en Narciso, un amigo de Goldmundo testigo de su vida, mientras que el principal, Goldmundo vive toda suerte de experiencias que le van revelando poco a poco la imagen del alma de la madre, a quien se describe como la naturaleza del hombre, el amor, lo que nos puede llevar a equivocarnos y quiza se puede confundir con pecado, no siente lastima, solo ve como pasamos de los buenos momentos a los malos y experimentamos y simplemente vivimos, guardando experiencias, como en todos los libros de Hesse existe un mundo interior muy interesante, desarrollado, profundo, incluso abstracto, o psicodelico, esta es mi interpretación al menos cada quien saca algo diferente de una misma lectura. Tambien posee mucho de como cuando conversan se relacionan los mundos que cada personaje representa, mostrando dualidades, pero de eso no siento necesidad de opinar ya que por lo menos en mi edición se menciona al comienzo del libro pero es algo a tomar muy en cuenta durante la lectura.

No me gusto nada este libro, me parece que envejeció mal. Me aburrió la forma de estar escrito y el tema

Excelente.... lo amé!!