En "Nanina", un joven adolescente escribe sus aventuras -y sus desventuras- mientras las vive. Sobre todo escribe la historia de su conquista de la ciudad y de su acceso a la cultura (y a las mujeres). La obra narra lo que es estar lejos de casa, perdido en el mundo; no hay rebeldía adolescente o inversión de valores, sino un escape hacia el lirismo, la sexualidad y la fantasía.