NADA SE OPONE A LA NOCHE

Delphine de Vigan nos cuenta en este libro cómo a partir de la muerte de su madre Lucile necesita escribir sobre ella, sobre su vida , sus épocas entre la locura y el amor, su fragilidad y fortaleza y su suicidio. La autora de este libro duro y a la vez lleno de amor trata de entender quién era su madre y las razones que la llevaron a la muerte. No quiero entrar en descripcion del libro porque la magistral forma de escribir de Delphine nos lleva en. Un viaje por la vida de la peculiar Lucile. Es un libro que a pesar de tener mucho de realidad… con los escritores no es posible saber cuánto es real y cuánto es lo que ellos recuerdan o imaginan de lo vivido, pero suponiendo que hay gran porcentaje de una realidad dura , es un libro que es interesante, atrapa la historia a pesar de que conocemos el final. Nada se opone a la noche, una lectura más que recomendada.

Me gusta esta escritora y ésta debe ser de sus primeras obras. Así y todo es muy buena, muy completa, me ha animado a leer más libros suyos

Novela autobiográfica aunque el personaje principal sobre el que gira la o ra es Lucile, la madre, que vivió su vida siempre al borde del abismo algo que influyó en la autora. Una novela desgarradora que es como una especie de catarsis y el cerrar las heridas por parte de la autora. "Por mucho que diga y alarde, duele hundirse en esos recuerdos, recuperar lo que se ha diluido, borrado, lo que se ha ido cubriendo. A medida que avanzó, percibo el impacto de la escritura, no puedo ignorar el importante factor de perturbación que representa para mí " Una novela imprescindible y absolutamente recomendable.

Debo decir que este libro me hizo llorar, logró invadirme de una inmensa tristeza, tal vez fue la fragilidad de Lucile o el relato ensombrecido de Delphine 《Había llegado a la conclusión de que sus sueños eran tan grandes, tan desmesurados, que ni siquiera cabían en su propia cabeza》 Por momentos el relato se vuelve duro, te mantiene al borde del abismo, de la misma locura. Los recuerdos de Delphine plantean preguntas e interrogan a la memoria. Esta es Lucile: Se convirtió en esa mujer frágil, de belleza singular, divertida, silenciosa, a menudo subversiva, que durante mucho tiempo se mantuvo al borde del abismo. La relación entre ambas es paciente pero siempre intentan salvarse la una a la otra. Por momentos una es madre y la otra hija y viceversa. Es doloroso observar todo lo que Delphine tendrá que escarbar para llegar a la verdad, una verdad que uno rápidamente puede identificar porque Lucile no quería vivir más en la realidad.

“Nada se opone a la noche” Delphine de Vigan @anagrama Mi segunda vez con esta pluma francesa🇫🇷 por supuesto caí en sus redes, definitivamente lo quiero todo de su escritura. Ya iba a cumplir en este abril 1 año en mi pila de pendientes, gracias a una L.C. Le di prioridad. Me encontraba prevenida por lo que había leído en sus perfiles acerca de la obra, muy ponderada en muchos casos y en otros no tanto. Eso me asustó por las expectativas que me causaba. Delphine no se guarda nada, es impecable, dura y honesta al escribir de su vida, y eso me hizo acordar a su coterránea la Nobel Annie Ernaux. Por que utilizan la auto ficción de cierto modo. Este libro se divide en tres partes. La primera parte narra con genialidad recreando la vida de su madre en la niñez. Es la recopilación de información que su familia, vecinos, le ofrecieron, también se apoyó en videos y cassettes, testimonios que se fueron plasmando en momentos vividos con sus debidos sentimientos. Y eso para mi fue maravilloso. Por que ahí se encuentra la originalidad de su escrito. La segunda parte ya esta Delphine en la ecuación, su infancia y juventud, alado de su madre y sobrellevando sus adversidades. La tercera parte es el ahora de la escritura. El presente. Donde se analiza la vida de su madre, el amor que siente por ella. Y la desolación de su partida. Waoooo a mi que me gustan las historias como digo “de la vida misma” sucumbí ante esta autora, qué si lloré? Claro que sí, “mares” quería entrar y abrazarlas. Ahora me espera en mis pendientes “Las Gratitudes” Lo leeré pronto. Quiero agradecer a mis compañeritas de lecturas con quien lo fui comentando. Qué has leído de Delphin de Vigan? . . . .

Desgarradora historia la que nos cuenta la autora, una historia real, la de su madre y su familia. Parece mentira que a una familia puedan sucederle tantas cosas y cómo ha sucesos que se repiten y se heredan a lo largo de los años. Con su habitual punto de vista, Delphine de Vigan narra sin tapujos y a corazón abierto las vicisitudes que marcaron su vida. Droga, incesto, suicidios, un cocktail a pruebas del más cuerdo. Hay libros que merecen la pena por una sola frase. Esta autora te llegó al corazón con una facilidad pasmosa, te hace herida, llaga, sangras, te duele y te gusta. Léanla.

Reconozco que me costó arrancar pero que poco a poco me ha ido enganchando cada vez más hasta hacerse un hueco en mi estantería de libros imprescindibles. Nada se opone a la noche es un doloroso viaje al pasado de la autora que emprende al encontrar a su madre muerta en misteriosas circunstancias. Es también un homenaje a ella, una búsqueda de explicaciones, una manera de superar el dolor a pesar del dolor que le produce escribir sobre ello. Es un testimonio magnífico porque se acerca , de primera mano, a un conglomerado de temas tabú como el suicidio, los abusos sexuales, las enfermedades mentales, la muerte y el dolor.

Nada se opone a la noche Delphine de Vigan Después de encontrar a Lucile, su madre, muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una sagaz detective dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica de George, abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en súper ocho, o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos, son los materiales de los que se nutre la memoria de los Poirier. Nos hallamos ante una espléndida, sobrecogedora crónica familiar en el París de los años cincuenta, sesenta y setenta, pero también ante una reflexión en el tiempo presente sobre la «verdad» de la escritura. Y muy pronto descubrimos, detectives-lectores también nosotros, que son muchas las versiones de una misma historia, y que narrar implica elegir una de esas versiones y una manera de contarla, y que esta elección a veces es dolorosa. En el transcurso del viaje de la cronista al pasado de su familia y a su propia infancia irán aflorando los secretos más oscuros. «Escribo de Lucile con mis ojos de niña que creció demasiado deprisa, escribo ese misterio que siempre fue ella para mí, a la vez tan presente y tan lejana, ella, que, desde que cumplí diez años, nunca más me cogió en brazos.» Para Delphine de Vigan, escribir sobre su madre es cerrar heridas abiertas muchos años atrás, y recuperar la novela familiar es emprender un camino de catarsis y de superación del duelo, a la manera del que nos descubre Roland Barthes en sus escritos póstumos. Pero es también un ejercicio de alto riesgo, puesto que en el curso de esta investigación expone ante los miembros de su familia, como si ellos no fueran más que lectores anónimos en la multitud, su propio secreto más terrible.