Jefferson Winter no es un investigador corriente. Tiene una inteligencia muy superior a la media y es hijo de uno de los más famosos asesinos en serie de Estados Unidos. Se ha pasado la vida intentando distanciarse del legado de su padre y pone todo su empeño en perseguir a los que son como él. Tras una carrera prometedora en el FBI como experto en perfiles psicológicos, viaja por todo el mundo ayudando a los cuerpos policiales a resolver los casos más complicados. Acaba de llegar a Londres en medio de una ola de frío para resolver un caso espeluznante que desconcierta a Scotland Yard. Un psicópata ha secuestrado a varias mujeres para torturarlas durante meses. Antes de dejarlas en libertad se asegura de que no puedan contar nada con un sistema especialmente cruel: les practica una lobotomía. Winter utilizará toda su inteligencia y su intuición para atrapar al criminal antes de que pueda destrozar a otra mujer. Sus métodos no siempre se ajustan a las normas, pero nadie como él es capaz de entender cómo funciona la mente del psicópata.
Curioso personaje el del investigador. Novela entretenida, la parte de la chica secuestrada es angustiosa, terminas casi sintiendo el miedo que siente ella y creo que después de leer este libro nadie volverá a ver un sillón de dentista de la misma manera. Si de por si ir al dentista ya impone y da miedo, ahora nos dará más.