Peregrinaciones reales y virtuales, exploradores de los últimos espacios por pisar, turistas masificados y estresados, nativos y residentes empobrecidos que viven cerca de la opulencia y riquezas más extremas, catástrofes naturales que destrozan paisajes y monumentos históricos irrepetibles, explotación sexual y esclavitud laboral en los mercados sumergidos de la globalización, criminalidad en las calles de ocio... Así, poco a poco, unas culturas se van montando sobre otras, entrelazándose y fusionándose en la realidad global de las sociedades de nuestra época.