Un grupo de mujeres decide crear un club de lectura, lo que las ayuda a escapar de la angustia cotidiana. Un primer crimen fortuito las convierte en cómplices y la lectura de un libro de autoayuda en asesinas. Toda mujer tiene un crimen pendiente.
Todo empieza con un suicidio y un hijo averiguando por los últimos días de la vida de esa madre fallecida, tratando de entender lo que la llevó a esa decisión... Y luego un club de lectura y muchas referencias a libros de autoras latinoamericanas (cosa que me encantó) y los motivos de esa mujer y otras mujeres que matan! Todo ocurre en el marco de una ciudad en jaque, empobrecida y golpeada por un régimen dictatorial. Es una novela corta, no te queda a deber con el cierre y sin embargo no llega a ser extraordinaria. Me gustó, si, pero creo que podía ir a más y se quedó a mitad del camino. La disfruté, pero creo que el autor tuvo más título que trama. La vida se vive muriendo, día con día, todos lo hacemos, ya sea que estemos consientes de ello o no.
Una historia de suspenso interesante llena de referencias de la crisis social, política y económica de Venezuela,donde 5 mujeres integrantes de un club de lectura combaten la cotidiana expansión del caos, la represion , sus inseguridades, la depresión, la soledad , el duelo a través de la lectura como un medio terapéutico y de evasión de la realidad.
Un libro que capitulo a capitulo va desenredando ese nudo con forma de laberinto que es la psique humana. Desvelando lados desconocidos de cada personaje y de la sociedad distópica en la cual viven.