En el último tercio del siglo XX parte del movimiento de las mujeres se basa en la toma de conciencia individual y en la relación, no en los juegos de fuerzas para tomar e imponer una decisión. Privilegiar la relación a dos, exponer a la empatía: sin ser abstraídas a una categoría general «mujer» o mujeres sino teniendo en cuenta la experiencia y el deseo singulares de cada una.Relación que va más allá de la relación social, más allá, no en contra de ella. Gracias a la importancia que la relación dual tiene en la expresión femenina, el diálogo entre una madre y su hija sobre los fundamentos de la vida entra en la política contemporánea.