Mujeres de la seda nos trasporta a la China rural de 1926, donde un grupo de mujeres jóvenes forja una herman- dad en medio del fragor de las bobinadoras de una gran fábrica sedera que lleva a cabo su febril producción desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Estas jóvenes, llevadas por la fuerza de su juventud, de sus sueños y de su amistad, protagonizan la primera huelga de la que será testigo la pequeña población donde viven y trabajan. Mientras, como fondo de escenario, una guerra que avanza inexorable hacia ellas contribuye a sembrar sus vidas de incertidumbre, violencia y miedo. La elegante prosa de Tsukiyama nos muestra el mundo del trabajo en la fá- brica de seda, la vida en una aldea y el papel, apenas visible, desempeñado por las mujeres en la sociedad china de principios del siglo xx, todo ello tejido con una trama de amistad, amor y coraje.