MOISES: EL PROFETA FUNDADOR

La verdad es que el tal Moisés tuvo momentos realmente estelares en su vida, él solito se marcó 10 plagas que cayeron sobre el pueblo egipcio como 10 maldiciones. Como que el faraón no se dejaba intimidar cuando dios le ordenó liberar a los judíos de su esclavitud, a Moisés no le tembló el pulso y decidió cargarse a todos los primogénitos de aquellas tierras incluyendo en el infanticidio al mismísimo hijo del Faraon. Para eso, Dios ,que por aquel entonces  no era un tipo como mucho sentido del humor, le envió  a su ángel de la muerte ( un ángel de la muerte se puede distinguir de un ángel de esos que cuidan tus hijos en sus camas por la noche en el color tirando a gris de sus ropas , por su aliento helado y escarchero y por tener una ligera  tendencia hacia el asesinato en masa que históricamente se les hace muy difícil de controlar) En una noche alucinante se los fue ventilando a todos uno a uno .Para que no hubieran confusiones se le pedio a los hijos de Israel que pintaran una cruz en las puertas de sus casas para que aquel ángel coloquial y dicharachero pasara de largo y no matara a ningún primogénito judío por equivocación. Menos mal que yo no estuve allí, con mis graves problemas de procrastinación no sé qué hubiera sido de mi pequeño Antonio.  Al final el faraón cedió y Moisés saco a miles de judíos de su esclavitud. Aquel  faraón que no se caracterizaba precisamente por mantener la palabra dada, decidió en un momento de locura transitoria perseguir a los hijos de Israel y viendo Moisés que entre el y la libertad de los suyos sólo estaban las oscuras aguas del mar rojo, el tío entono una plegaria al cielo y poseído por una fuerza sobrenatural que más tarde plasmara Miguel ángel en piedra poniéndole al bueno de moisés un par de cuernos sobre su frente ,  separo el mar rojo y lo cruzo de punta a punta a la cabeza de su pueblo cerrando después aquel mar cuando pasaban por allí los alegres carros del faraón que nunca entendieron la que se les venía encima .Un desastre en forma de varios millones de hectolitros de agua salada descontrolada y furiosa.    Un día que la gente tenía hambre hizo llover del cielo comida en forma de mana como quien entra en Dominos y pide pizza para todos a cuenta de la empresa . Le regalo a la humanidad las tablas de la ley que exponían las normas de comportamiento de su pueblo .Por lo visto a aquellas buenas gentes  estas normas no les parecieron del todo justas y se produjo un debate acalorado .  Moisés les explico que aquello no era una democracia y que había que acatar aquellas normas y punto, pero el tema de no desear a la mujer de tu prójimo , como que no caló mucho en los hombres de aquella comunidad , en cambio las mujeres hebreas lo vieron muy bien ya que sobre ellas no decía nada la norma y entendieron que ellas si , si podían tirarle los trastos al marido de su prójima sin crear un problema de alteración del orden público. Entonces su pueblo pensó que era mejor adorar a un becerro de oro, vete a saber a quién se le ocurrió aquella brillante idea  y el porqué, pero el caso es que dios se cabreo así que les impuso un pequeño castigo. Y así se pegaron 40 años vagando por el desierto y entonces comprendieron a las malas que era mejor no volver a discutir con Moisés y no dudar de la palabra de Dios. Y después de todo eso , va dios y no  deja a nuestro profeta entrar en la tierra prometida , cuentan que Moisés se cogió un medio cabreo , se ve que no le debió sentar muy bien y subió de nuevo al monte y en un arrebato de locura apago la zarza ardiente y dios le dijo – Moisés! , Moisés ¡ no te me pongas chulito que te concedo la vida eterna y te tengo vagando por el desierto 1000 años más , y Moisés que ya había llegado a un punto sin retorno le contesto a dios – ¡No hay huevos! y entonces paso lo que paso …El otro día carlos Sanz corriendo el parís Dakar atropello a un viejo vestido con harapos y cara de pocos amigos, al preguntarle al buen hombre si se encontraba bien y como se llamaba el tío contesto : - Moisés , me llamo Moisés.  Si quitáis lo del París Dakar, más o menos todo esto lo cuenta este libro, yo diría que más menos que más. Para olvidar