Mínimo equipaje nos propone un recorrido por los sensibles senderos del alma, por caminos que revisitan el tiempo vivido, el amor soñado, los lugares amados. Estos caminos discurren entre una dulce expresividad, aunque nunca faltada de valores profundos. Las imágenes poéticas de Teresa Martín se arman con el positivismo de sustantivos como caricia, orilla, lluvia, albatros, abrazo, estrellas, estanque, espejos, océano.... La autora nos acompaña, con su verso, por los trazos de un dibujo lírico ligeramente tortuoso y alguna vez transgresor, como todo camino vivido; a través de su poesía nos invita a dar un paseo guiados de su mano, sabia de literatura, por los meandros de ternura que ella ha sabido crear. Una única condición deberíamos exigirnos: recorrer este camino con lo justo, aceptar la propuesta de Teresa Martín y llevar este mínimo equipaje que nos permita viajar por su verso sin otro objetivo que el hallazgo de la belleza a través de la palabra.