MATEO: EL MAESTRO DE COMPOSTELA

Gran obra de Antonio Costa Gómez, donde nos habla del autor del famoso Pórtico de la Gloria, sito en la Catedral de Santiago de Compostela. Me ha gustado mucho el ritmo dado, ya que no cansa ni aburre, sino que incita a seguir leyendo. El autor describe personas, lugares, materiales, esculturas y hasta olores de los diferentes ambientes con sumo cuidado y gran elección. Me divierte la forma de describir las miradas de las personas. El libro está contado en veintinueve capítulos, donde por un lado entrelaza tres aspectos importantes en la vida del maestro: Por un lado la vida artística desde su infancia en el siglo XII, donde muestra gran atracción por la anatomía humana de los seres que le rodean, y más por las mujeres., lo cual le ocasiona golpes y palizas. Siempre había tenido interés por las personas, las observaba en todas partes con ansia, con delectación. Lo aprendido lo plasma en sus bocetos y después en sus esculturas. En segundo lugar y una vez adjudicado el trabajo del Pórtico de la Gloria a Mateo, destacan las reuniones con el clero, las cuales reflejan la cara oscura, excesiva y viciosa de la iglesia, interesada en imponer miedo a sus fieles. En cada una de esas reuniones el maestro Mateo expone su visión de su obra, totalmente opuesta al interés oscuro del arzobispado. Quería representar cercanía, alegría, que no inspirase pánico, ni miedo, ni sobrecogiese a los peregrinos cuando llegasen a la catedral. Incluiría caras conocidas de la población e incluso apóstoles conversando entre ellos, policromados y lejos del hieratismo románico. En tercer lugar, el gran número de viajes realizados y las numerosas conversaciones con artistas de diferentes nacionalidades y estilos artísticos con los que como una esponja se irá empapando y enriqueciendo a nivel intelectual. Así mismo su arte le abrirá paso entre personajes nobles del siglo XII como por ejemplo Leonor de Aquitania o futuros santos como Francisco de Asís. Investigando por mi cuenta sobre el maestro, como ya era conocido por el realismo de sus obras, se le realizó un contrato vitalicio, muy ventajoso, con un sueldo de dos marcos de plata semanales y libertad absoluta. Lo cual explica mucho de lo narrado en el libro. Finalmente decir que es una novela histórica muy interesante, donde descubrimos al joven y orgulloso artesano que llegó a ser el maestro Mateo., que al mando de geómetras, canteros, escultores y pintores, asombró al mundo con su obra: la edificación de la fachada principal de la basílica, así como el resto de las obras.