La lucha concluyó casi antes de haber comenzado. Abrumados por la furia de sus enemigos, los hombres bestia dieron media vuelta y huyeron. Féliz vio que Gotrek había matado a cuatro y que los restos cortados en pedazos yacían a sus pies. Snorri saltaba arriba ya abajo sobre un cadáver, contento como un niño que juega en la arena. Una ráfaga del arma de Varek derribó a los hombres vestia que huían.Félix se volvió jadeando, más por reacción al corto combate repentino que a causa del esfuerzo. Quería ver a quien les había ayudado para darle las gracias.-¡Quedaos muy quietos! -dijo una profunda voz gutural-. Estáis a pocos centímetros de la muerte.