El testimonio de una historia dramática de la guerra civil. El 5 de agosto de 1939, trece mujeres, en su mayoría menores, fueron fusiladas ante la tapia del cementerio del Este de Madrid, en uno de los episodios más crueles de la represión franquista. Por su juventud se las comenzó a llamar las trece rosas, y su historia es una de las más conmovedoras de aquel tiempo de odio fraticida. La sobrina nieta de Martina Barroso, una de ellas, nos cuenta lo ocurrido.
Personalmente me gustan mucho los materiales vinculados a la Guerra Civil Española, así que llegué a este texto con mucha expectativa que no fue colmada. Se trata de una gran historia, muy emotiva, pero el estilo de escritura de la autora es demasiado florido y abusa de la adjetivación a lo largo de las páginas, haciendo que la lectura se haga lenta y que se trivialice un poco el relato. El libro finaliza con un testimonio de una compañera de cárcel de Martina, que es realmente maravilloso.