Es medianoche. Está lloviendo. Una de las pocas luces del pasado oscuro y violento de Lew Griffin se ha extinguido. LaVerne Adams, su amante y amiga, ha muerto y la hija de su matrimonio con Horace Guidry, Aloutte, ha desaparecido en los sórdidos callejones de la droga, dejando atrás de sí un bebé adicto al crack y un misterio.