Historia urbana de misterio sobrenatural, donde los protagonistas van y vienen detrás de rastros, lugares misteriosos, casonas deshabitadas y jardines abandonados, papeles anónimos, entrevistas y finalmente las confesiones de personajes secundarios. En la Barcelona de 1980 Óscar Drai sueña despierto, deslumbrado por los palacetes modernistas cercanos al internado en el que estudia. En una de sus escapadas conoce a Marina, que comparte con Óscar la aventura de adentrarse en un enigma doloroso del pasado de la ciudad. Un misterioso personaje de la posguerra se propuso el mayor desafío imaginable, pero su ambición lo arrastró por sendas siniestras cuyas consecuencias debe pagar alguien todavía hoy.
*MARINA* Ruiz Zafón, que embrujo, que hechizo, que encanto, luego de cerrar la tapa del libro, me dejas con la misma sensación de seguir leyéndote. Ya muchos conocen sobre este autor y la forma de como narra sus historias, pero no deja de seguir sorprendiéndome la manera tan peculiar de hacerlo y en las propias palabras del autor “quizá la más personal de todas sus obras”. Esta novela data de 1999, en una retrospectiva de más o menos una veintena de años en una Barcelona llena de avenidas, secretos, lluvias constantes, callejones y una niebla que te hacen viajar al pasado por su aspecto de cinco décadas atrás, donde el autor en sus relatos te teletransporta al mismo lugar donde ocurrieron los hechos. El joven Oscar, un chico singular, retraído, divertido y aventurero, viene a mostrarnos un mundo de fantasía, creado en su mente en las cuatro paredes de un internado donde este estudia. Dentro de la historia este chico visita un lugar extraño de donde extrae sin intención, un reloj con una grabación en la parte trasera. Conoce a Marina quien comparte con él la aventura de adentrarse en una serie de misterios y enigmas que han sido olvidados forzosamente, y enterrados en el pasado de la ciudad, un desafío de siniestras consecuencias que alguien deberá pagar. Lugares como el cementerio, el invernadero, el palacete de German, que hacen hilar toda la historia y al mismo tiempo entrecruzar dos historias, que se van relatando independientes… Óscar y Marina, y la de Mijail Kolvenik y Eva Irinova, ambos amores imposibles que terminan en un triste desenlace pero que se encuentran conectadas intrínsecamente. A pesar de quedar admirado por esta gran obra y recomendarla (Zafonista al fin), creo que las expectativas quedan un poco por debajo si has leído la saga del “Cementerio de los libros Olvidados”, y como es de Genero Juvenil, creo que más bien que está desarrollada para adultos, debido al lenguaje utilizado pero que, a pesar de esto, tengo que admitir que Zafón sabe manejar y dosificar sus enigmas.
El sentido común se adhiere a todas las heridas que me han cosido estas páginas, estas palabras, se asoma al vacío que creía escuchar aullando, como bestia dolorida, dentro de mí y se atreve a invitarme a probar un nuevo plato de buen gusto; «Marina», una magnífica obra que por más que haya encontrado un final para el destino que preparaba para la muerte al amor de la vida de un niño que encontró refugio en su mirada, en sus paseos, en sus largas tardes en la plaza, en la playa donde su padre dibujaba su silueta y fueron esparcidas sus cenizas, nunca podrá coger polvo en un hueco fijo de la biblioteca, siendo aislado y olvidado y convirtiéndose en uno de tantos libros, porque siempre habrá un escritor, un lector, un solitario corazón que vuelva a abrirlo en largas noches de insomnio junto a la chimenea y lo lea con el mismo entusiasmo con el que un niño abre los regalos de Navidad. «Marina» es, sin duda, un regalo de una mente prodigia y unos dedos que imagino deslizándose sencilla y velozmente por las teclas de una máquina de escribir que vive ahora como uno de aquellos monstruos a los que Kolvenik dio vida, tras una vitrina, con el peso de un recuerdo que lleva a cuestas cual bóveda partida entre los escombros de una ciudad desconocida para Óscar Drai quince años después de realizar su primer trabajo como arquitecto, una promesa al gran amor que ilumina el cielo para él como si sus dedos se hundieran en las nubes y construyera su casa en su lugar favorito, porque el amor no se olvida, el amor es un fantasma doloroso que baila con nosotros en las madrugas en las que el insomnio y el llanto ocupan nuestro colchón y nos sentimos extraños, dóciles y bestias encadenadas a un fino hilo transparente que acaba en balas de mercurio que nos convierten en pólvora envenenada en nuestra propia habitación. Es una obra que engloba la tristeza y la soledad que sucumbe al artista al mismo tiempo que resalta la ira y el ego que le mantiene vivo, candoroso, hiriente, acongojado y delirante entre las rejas que enjaulan a su mente antes de que se dé cuenta de que está atrapado en el recuerdo del pasado, en el torreón de una mansión que arderá en llamas, en un viejo teatro que fue construido para acoger su gran actuación o en un estudio donde no deja de dibujar retratos del amor; una ventana a la tristeza, un muro hecho de papel que parece infranqueable hasta que lo tocas y sucede aquello que nunca creías que sucedería; se abren las puertas de un mundo paralelo que estaba a milímetros de tus pies, deseando que pisaras el césped y acariciases a un gato pardo que te guiara hasta el letargo de un vago insomnio en el que aún te encuentras devorando las páginas de una promesa inacabada que se llevó consigo la protagonista. Existe un «antes» y un «después» de la lectura de esta brillante obra y respuestas que, como dice Óscar Drai, nunca formaron parte de la resolución de su enigma y por tanto, del nuestro como lectores y un lapso recuerdo de una Barcelona a medio construir, que volveremos a pisar o pisaremos por primera vez y sin quererlo nos trasladará al barrio viejo, a un caserón inexistente lleno de cuadros que parecen tener vida propia y duende en la mirada aunque sólo se hayan quedado en palabras de una novela y nosotros, sin palabras para explicarnos qué buscamos mirando continuamente hacia atrás como si el fantasma de una bailarina famélica que cubre su rostro desfigurado con un velo negro nos persiguiera, como si nos parasemos a preguntar si el amor es aquello que sólo puede dejarse escrito, porque es tan intenso que realmente no hay corazón que soporte tanta belleza, como si la vida pasara y fuéramos incapaces de vivir el instante porque, como Blau, Shelley, Kolvenik y yo, sólo pensamos en aquella frase que tantas dudas y sigilo creó: Germán es un artista, los artistas siempre viven en el futuro o en el pasado, nunca en el presente. Seguida de una pregunta lógica de Óscar hacia la sabia Marina que sin retardo respondió: yo soy su mejor recuerdo. Y es tan cierta como la inmensidad del océano. Pero quizá también sea cierto que los artistas somos simples recuerdos de un pasado que no hemos vivido y aventuras de un futuro inquietante que nos persigue como la sombra que tanto ansiamos ver aunque nos aterre descubrir lo que esconde. «Marina» es el símbolo de pureza que necesita todo escritor para disponerse a escribir un nuevo relato, un pequeño poema, una carta de amor o la historia de un barco tan tocado como su corazón y tan hundido como el recuerdo de una mujer a la que, cuando empezó a amar, supo que nunca dejaría de hacerlo... Como Kolvenik a Irinova, como Óscar a Marina, como Germán a la madre de su hija, como el artista que alimenta su imaginación con todo aquello que nunca ha vivido, porque como dice Marina, sólo recordamos lo que nunca sucedió.
Tal vez me este haciendo mayor y vea retazos de algunos clásicos donde no los hay. Marina me partio el alma, como annabel lee se la partio a poe. Marina en el pais de los horrores, viaja al centro de la nada con un principe, oscar que no lo es. Un cuento de misterio, con persoajes increibles, imposibles, miserables y tetricos. Zafón crea un almacen de los horrores, un teatro habitado por el fantasma de los titeres y unos tuneles llenos de hedor, trozos, miseria y muerte. Su lado mas gótico en plena efervescencia, mezclado con su prosa mas sutil y unos personajes muy bien trabajados. Para sus apenas 200 paginas, esta novela a ratos juvenil y adulta, esta llena de grandes y pequeños detalles. Para los que hemos leido la saga del cementerio de los libros olvidados, lógicamente, se nos queda corto, pero esta muy por encima de otros libros de misterio t terror juvenil.
La enfermedad y en especial la muerte, siempre han sido un desafío para el ser humano, donde el padecimiento o esa interminable incógnita sobre el más allá, logra fortalecer su espiritu hacia la aceptación y a la valentía desde su cara más humilde, o desdibujadamente desde su lado más oscuro. Oscar quien desde la ventana del internado donde estudia, se embelasa con una casa vecina a la cual ingresa por curiosidad sin ser invitado, y lejos de imaginarse que seria la primera de muchas visitas que vendrían por un buen tiempo, establece una bella amistad con Germán y con Marina su hija, quienes son los propietarios del lugar. Los dos jóvenes resultan inmersos en una historia paralela, donde el protagonista es Mijail Kolvenik, quien ha dedicado parte de su vida en la empresa Velo- Granell, especializada en el diseño y fabricación de prótesis ( brazos, piernas, etc). Bueno...hasta ahí suena normal, pero con lo que no cuentan los protagonistas ni mucho menos los lectores, es que la presencia de este señor le da un giro inesperado al relato, tomando tintes lúgubres y hasta paranormales, que resultan involucrandonos en situaciones extrañas, eslabones que se van encadenando, gracias a la aparición de una serie de personajes que ayudan en gran parte del descenlace. La verdad sólo me queda por decir que nuevamente el señor Carlos Ruíz Zafón, en este su sexto libro que leo de el, me vuelve a enredar y me hace un personaje más de sus maravillosas historias. Su narración es tan precisa y sencilla, pero a la vez tan elaborada y completa, en cuanto a personajes y mini historias, dentro de una más amplia. Muy recomendado.
Zafón en Marina me habla entre lineas, me cuenta, me explica y yo, boquiabierta, sigo leyendo sin saber que responder, a veces, tengo un mal momento y le digo... ¡basta ya, esto no es serio! y él continúa, sin hacerme caso, sabiendo que me acabará por convencer. Y así es. Marina engancha desde el principio. Entre medias de la novela policíaca, fantástica y de terror nos vamos adentrando en una historia que cuesta ubicar en el tiempo en que se desarrolla. La vivimos desde la ciudad de Barcelona; El Barrio Gótico, El rabal y pasamos por las ramblas, en coche de caballos, con un misterioso cochero y una dama vestida de negro, caminamos hacia un cementerio, un invernadero y el teatro real, siempre bajo un halo de misterio, con descripciones decadentes y atractivas que hacen sentir que vives un sueño. Y todo esto para enviarnos un mensaje más que real o, por lo menos, yo lo entiendo así. Marina dice, "Siempre se recuerda lo que nunca sucedió, aquello que anhelamos con todo nuestro ser pero nunca llega" ¿Qué haríamos para conseguir mantener a nuestro lado a una persona a la que amamos? ¿El dolor de una pérdida podría llevarnos hasta la locura, hasta intentar " hacer el trabajo de Dios…" ? ¿Y, si así fuese, cuáles serían sus consecuencias, valdrían la pena? Mijail Kolvenik es una buena persona, capaz de dar lo poco que tiene sin pedir nada a cambio, sin embargo... No será hasta el final de la historia cuando Oscar lo llegará a comprender, y yo, con él. Un libro Maravilloso. Hacía tiempo que no leía a Carlos Ruiz Zafón, ahora que nos hemos vuelto a encontrar, se ha ido, pero, por suerte, su obra se queda para siempre.
El haber leído anteriormente el libro y saber su desenlace hace que cada palabra, cada frase, queme el alma. Una historia llena de misterios hasta el último momento y desgarradora… es inevitable volver a encariñarse de Óscar, Marina y Germán. Personajes únicos.
Está catalogado como literatura juvenil, tiene toques de misterio y fantasía, ambientado en Barcelona en 1980. Es un libro con muchas frases-reflexiones que han impresionado y encantado, he marcado varias muy buenas. En mi opinión está escrito de una forma increíble, la forma de narrar de Ruiz Zafón es muy elegante. Sin embargo, la trama no es para mí, hay elementos que han ido apareciendo que me han sacado de la lectura, y aunque hay momentos que he estado disfrutando, en general, no me ha convencido.
¡Una historia encantadora! Me ha fascinado desde el principio al final. Sentí todas las emociones, enojo, tensión, suspenso, asombro, felicidad, ternura, tristeza, en fin. La historia entre Óscar y Marina es muy tierna. El desarrollo no fue predecible ya que yo tenía ideas diferentes sobre el porqué de las situaciones. No le atiné 😅
A veces, las cosas más reales sólo suceden en la imaginación, Óscar -dijo ella-. Sólo recordamos lo que nunca sucedió.
La juventud es una novia caprichosa. No sabemos entenderla ni valorarla hasta que se va con otro para no volver jamás."
Aquí están los recuerdos de cientos de personas, sus vidas, sus sentimientos, sus ilusiones, su ausencia, los sueños que nunca llegaron a realizar, las decepciones, los engaños y los amores no correspondidos que envenenaron sus vidas.
La juventud es una novia caprichosa. No sabemos entenderla ni valorarla hasta que se va con otro para no volver jamás
Nuestro cuerpo empieza a destruirse desde que nace. Somos frágiles. Criaturas pasajeras. Cuanto queda de nosotros son nuestras acciones, el bien o el mal que hacemos a nuestros semejantes.
Un buen amigo me dijo una vez que los problemas son como las cucarachas. Si se sacan a la luz, se asustan y se van.