La historia del niño travieso y de buen corazón que un día ofreció un trozo de pan a un Cristo macilento ha dado la vuelta al mundo a través de sus múltiples traducciones a los más diversos idiomas. Durante mucho tiempo fue el libro español más traducido del siglo xx, mereció el Premio Andersen, y Marcelino es ya un punto de referencia inevitable en la literatura infantil española. Pero es que además es un libro de una calidad literaria poco común, como podrá comprobar quien se decida a entrar en sus sencillos y profundos entresijos.
Marcelino pan y vino de sanchez—silva es otra de las obras olvidadas que encontrariamos repleta de polvo en el cementerio de zafon. Es un libro que aborda desde la inocencia la cara amable de la religión de un siglo convulso. Pertenece a ese grupo de novelas y personajes infantiles como el mochuelo de delibes y tantos otros, se han permitido alguna licencia, y alguna que otra critica suave. Los dialogos de marcelino con un cristo, hecho un iden son deliciosos, desde la ofrenda del pan hasta las reprimendas, y unos frailes a los que vollvera locos, por sus travesuras y locos de amor. Aun para las personas ateas, conviene leer desde los ojos de un niño, y no ir mas alla, si eso es posible en estos dias.
La inocencia de Marcelino incuestionable, puede parecer pueril, desfasada, moralista, pero ¿ Qué valor no aporta a la moralidad? Y ¿ Qué podemos ofrecer a la infancia si no la preservación de valores, como bagage para servir a susociedad, su familia, su mundo, No, creo que no debe desdeñarse su precio aún a cambio de su costo, Por otro lado, lo bien escrito bien vale la pena una lectura, o relectura, y cuestionarnos si en verdad ha valido la pena .
Me llamó por mi nombre verdadero, eso es un horror, ¿ Donde ha quedado “Fray puerta “ ?, lo ha matado tambien