Tras convertirse en un fenómeno editorial con La suerte de los irlandeses, el guionista de Hollywood J. L. Rod regresa a las librerías con la segunda novela negra protagonizada por el carismático Pat MacMillan. En esta ocasión tiene que resolver un caso complejo y lleno de peligros en el atractivo mundo de las bodegas de Jerez de la Frontera. Tras abandonar el CNI, MacMillan vive retirado en un pueblecito de la costa de Cádiz, consagrado a su huerto y sus perros, y se gana modestamente la vida con trabajos puntuales como investigador privado. Todo es calma y placidez, o al menos lo parece, hasta que conoce a la exquisita y amabilísima señora Donnelly, matriarca de una de las grandes familias vinícolas de Andalucía, quien le encarga investigar la muerte de su hija Nora, salvajemente asesinada unos años atrás.
Segunda novela de Pat MacMillan. Historia más simple y no tan atrapante como la primera. Pero la personalidad de Mac siempre atrayente.
Hacía muchos años que no me leía una novela en un día.¡ Que personaje Pat MacMillan y que bien contada la historia! Ojalá hubiera más obras de este autor para seguir leyendolas.
Me gusta como escribe J. L. Rod. El detective MacMillan es un gran personaje, responsable, tenaz, entregado a su trabajo, que intenta ocultar su sensibilidad pero no siempre lo consigue. Una historia con un final fuera de lo común, pues no siempre los finales son felices, ya que mañana seguirá siendo el mismo mundo en el que hay todo tipo de personas. A pesar de las miserias de la raza humana nos quedaremos con lo bueno de este mundo.