MALA ONDA

Matías Vicuña es un adolescente chileno de clase alta que atraviesa como todos los adolescentes una típica crisis existencial, la cual se manifiesta a través de inseguridades, insatisfacciones, dudas, desconciertos, etc. Crisis que busca o trata de apaciguar a través del alcohol, las drogas y el sexo. Todo lo anterior acolitado por sus padres quienes pretenden resarcir sus errores e indiferencia parental a través de la permisividad y el derroche. La historia es narrada en un lapso de aproximadamente 15 días en septiembre de 1980, año en el que se vislumbra la dictadura de Pinochet, acontecimiento que, de alguna manera, influye en el comportamiento del protagonista. Es un libro ligero, muy sencillo de leer y entender. Me mantuvo a la expectativa de que pasara algo, lo frustrante fue que no pasó nada. Tal como empezó así terminó y ya. No hubo más.

Es la versión chilena de "El guardián entre el centeno" y como esa reconocida novela trata de la crisis de existencia de jóvenes de clase acomodada. Novela que tiene un alto grado autográfico. Novela que puede generar en muchos adultos un rechazo porque no logran empatizar y no entienden ese sentimiento autodestructivo de quienes no encuentran su lugar en el mundo.

Mala onda. Es impresionante lo necesario que es leer este tipo de obras, en este tiempo histórico, con una dictadura tan cercana pero de alguna forma tan ignorada. Mala onda es una especie de testimonio, y un paralelo entre momentos decisivos entre la vida de un joven y un país entero. Es la clase de libro que al leer dan ganas de parar, pero no porque sea un mal libro, sino porque es una historia pesada, difícil de digerir, al menos para mí, que tengo la misma edad del protagonista y una vida tan distinta. Es una comparación que se ha hecho antes, incluso dentro del mismo libro: Es El Guardián entre el Centeno chileno. Matías Vicuña tiene muchísimas características en común con Holden, muchos comportamientos parecidos, pero no es una copia, porque la historia se adapta a un contexto específico, una dictadura militar. Mala onda muestra la historia de un joven y un país decadente. No es una lectura feliz, pero sí una reflexiva y hasta esperanzadora. Crítica, cruda, extraña. Y, recomendable, totalmente.