La intriga se desarrolla en París. Antoine Batille, que acaba de ser asesinado de siete cuchilladas en la calle Popincourt, tenía la manía de coleccionar conversaciones con la ayuda de un magnetófono portátil, como otros hacen fotos. ¿Lo mataron porque sorprendió una conversación comprometedora? En todo caso, la escucha de la última casette grabada por el joven pone a la policía sobre la pista de una cuadrilla de ladrones de cuadros entre los que cuatro miembros son detenidos.