La crónica satírica y burlesca del periodismo cutre, visto a través de los ojos de un adolescente que lleva a cabo, en tan sórdido y disparatado contexto, su aprendizaje de la vida e incluso su iniciación al amor. El sentido del humor y del absurdo hallan vehículo idóneo en la extraordinaria destreza narrativa de que da muestras el escritor.
Siguiendo la estela de "No se lo digas a nadie" y "Fue ayer y no me acuerdo", Jaime Bayly publicó una de sus novelas más hilarantes de la década de los noventa: "Los últimos días de La Prensa". En referencia a uno de los diarios más importantes del siglo XX en el circuito periodístico peruano pero cuya decadencia y posterior cierre se dio en los ochenta, la época en que esta ambientada la novela. En parte autobiográfico (Jaime Bayly trabajó en los ochenta en dicho diario) y en parte ficción, la novela es un retrato caricaturesco y satírico del mundo del periodismo. Es de resaltar los diálogos hilarantes en muchos pasajes de la novela, de un humor tan chabacano, tan gratuito y lisuriento en varios pasajes. A decir verdad, pocas veces me he reído tanto con un libro y es que además de los diálogos, ciertas acciones y descripciones cómicas de algunos personajes (algunos tan deprimentes, tan extraños) resultan una fuente de risa asegurada (y muy sonora, por cierto). Si buscas momentos un retrato ameno e hilarante, recomiendo esta novela.
Yo también creo que es el mejor libro de Bayly. Te ríes de principio a fin, lo cual ya es un gran logro. La temática se centra en el pésimo manejo de La Prensa que la lleva a la quiebra, pero tiene muy buenos elementos accesorios, como el dolor de su abuelo por la hacienda que le expropió Velasco, el racismo propio de la época (quiero decir: más descarado que el actual), las constantes peleas entre liberales y comunistas, descubrimiento sexual, entre otras perlas. Muy recomendable si se quiere leer algo ligero y atrapante.