Una historia ambientada en Irlanda y escrita con una magnífica pluma. Conocí a la autora en la trilogía de las Deverill y no sé porqué tenía este libro en la lista desde hace más de un año y no lo había empezado. Estuve mirando varios pendientes pero ninguno me convencía pero nada más empezar a leer éste supe que había acertado porque me enganchó desde la primera página. Hay dos historias que se ambientan en el mismo lugar, el condado de Connemara en Irlanda. Si la de Caitlin y Conor puede parecer melodramática, poco a poco vamos conociendo el verdadero fondo de ella, no es oro todo lo que reluce. Por su parte Ellen viaja allí en busca de una tía y descubre que tiene mucha familia, que la acoge con los brazos abiertos, y que su madre tiene un pasado que no nunca pudo sospechar. Allí siente que encaja y que aquellos paisajes solitarios la llenan más que un Londres lleno de gente. Poco a poco se va desgranando la historia de cada personaje dejando un poso de esperanza gracias al amor. El AMOR maternal, de amantes, de hijos,de padres, de amigos...es lo que de verdad importa. Los personajes son todos fantásticos y muy solidos y bien definidos, destaco a la tía Peg por su bondad sin dobleces y a Dylan por su capacidad de supervivencia. Sara Montefiore nos trae una historia fascinante muy bien escrita. Sin duda tengo que leer más de esta autora.