LOS RECUERDOS DEL PORVENIR

Por primera vez haber puesto tantas expectativas en una novela no me defraudó en absoluto💥💛 Con una narrativa exquisita la autora nos ubica en la guerra cristera en México. Nos muestra sin filtros todo lo que deja un enfrentamiento, la destrucción física y simbólica. Hay muchas cosas que hacen de "Los recuerdos del porvernir" una novela perfecta. Todo colabora y encaja. La historia, los personajes, la manera de narrar, la cantidad de páginas, la conexión que logra. Todo. El realismo mágico que inunda la novela genera una atmósfera que te hipnotiza de principio a fin. Invadida de frases que te interrumpen la lectura de lo maravillosas y profundas que son (soy de detenerme y copiar frases que me gustan y con ésta debería transcribir la novela completa) No pude evitar encontrar similitudes con El otoño del patriarca, Cien años de soledad,  Pedro Páramo e incluso con "La casa de los espíritus". Ese clima asfixiante que genera el detenerse en el tiempo, la desesperación de estancarse en los recuerdos, el limbo, la inmobilidad, la quietud eterna, la muerte, la nostalgia y el amor que aborda a los personajes pero de la manera más perturbadora. El amor relacionado con el dolor y el desgarro. Siento que a esta novela no le sobra una sola página, una autora que amé conocer y sin duda seguiré leyendo mucho más💜

Elena Garro, precursora del realismo mágico, fue ignorada y censurada durante muchos años y ésta, su primera novela, podemos tenerla en nuestras manos gracias a su hija que la salvó del fuego. En ella se cuenta la historia de Ixpetec, un pueblo asediado por los militares en los albores de la Guerra Cristera en México. Se trata de un pueblo nacido de su imaginación, igual que lo fue Macondo para García Márquez o Comala en Pedro Páramo. Pero aquí es el pueblo quien nos narra su memoria y nos habla en primera persona, pero no de manera individual sino con el sentir de una comunidad, encarna el padecimiento de un pueblo. Ahí todos son uno sufriendo la violencia y los asesinatos, pasan miedo ante las injusticias sociales y políticas, sienten que están atrapados, paralizados, no encuentran salida a la situación. Los militares gobernados por el caudillo Francisco Rosas ejercen la represión de sus gentes y en especial de los indígenas, los intimidan y humillan colgando los cadáveres en los árboles. Su abuso de poder no tiene fin. Pero las que lo sufren doblemente son las mujeres por su condición de género. Con violencia doméstica, feminicidios y violaciones las someten a su voluntad. Aunque se trate de un pueblo organizado por mujeres que se resisten a sucumbir ante ellos. Pero para Francisco Rosas las cosas tampoco son fáciles. Vive atormentado por un amor no correspondido que le provoca celos enfermizos. Su frustración la descarga contra el pueblo, que sale perjudicado en cada crisis amorosa. Lo más sorprendente en esta novela es el estilo lírico con el que está escrita, la belleza de las palabras, los párrafos dignos de enmarcar en la descripción de tanto horror y tanta fealdad. Todo el libro es una metáfora sobre la circularidad del tiempo entendiendo los recuerdos del porvenir como la memoria histórica que se repetirá en el futuro. La forma como juega con el tiempo rompiendo el eje cronológico, sintiendo su paso de forma diferente para cada uno y parándolo como si de un encantamiento se tratara, hacen de esta novela una obra de arte. Para los amantes del realismo mágico encontrarán aquí una obra sublime, magnífica en su estilo y en su contenido. Y por si fuera poco, un final épico, a la altura de esta genialidad. Aunque sea una opinión muy impopular, a mí me ha gustado más que Cien años de soledad. Una lástima que esta autora no sea más conocida, reconocida y leída.

“En cualquier día de mi pasado o de mi futuro siempre hay las mismas luces, los mismos pájaros y la misma ira. Años van y años vienen y yo, Ixtepec, siempre esperando”. Así comienza todo. ¿Y quién es este Ixtepec? Sentado en su piedra aparente, el pueblo, testigo y protagonista, busca en la memoria los recuerdos de otrora y también de los que vendrán desde los tiempos del futuro. Recuerdos de episodios, situados poco después de la Revolución de un México convulso, en que se mezclan la pasión con el odio, la fe con la maldad normalizada, la esperanza con las eternas frustraciones. Y al centro del Ixtepec pueblo, campea la injusticia. La de ayer y la de siempre. Con un estilo innovador para su época, Elena Garro se despacha esta fábula histórica, plena de misticismo, de arrolladora magia y fantasía, para el disfrute de todos los que tengan el acierto de leerla. Ixtepec, a su gente, a ellos “hubiera querido llevarlos a pasear por mi memoria, para que vieran a las generaciones ya muertas: nada quedaba de sus lágrimas y duelos….ignoraban que una vida no basta para descubrir los infinitos sabores de la menta, las luces de una noche o la multitud de colores de que están hechos los colores….Solo un instante antes de morir descubren que era posible soñar y dibujar el mundo a su manera para luego despertar y empezar un dibujo diferente”….Pero las vidas siguen su curso, inalterables: “Y vienen otras generaciones a repetir sus mismos gestos y su mismo asombro final. Y así las seguiré viendo a través de los siglos, hasta el día en que no sea ni siquiera un montón de polvo y los hombres que pasen por aquí no tengan ni memoria de que fui Ixtepec” Lo anterior es una muestra. Elena Garro hace ostentación de una prosa que me ha enganchado, pura y bien cuidada. El suspenso bien desplegado, logra la tensión narrativa que empuja las páginas, salvo en el comienzo que me costó sintonizar. Pero las obras que llegan a estas alturas, a veces no son fáciles y hay que estar concentrado y también a veces tuve que releer algunos pasajes. Dos cosas más me gustaría destacar: la agilidad de los diálogos, que además alivianan la lectura; y el elenco de personajes, delineados a cincel, tremendos, intensos en sus dramas y sus pasiones, especialmente las mujeres, comandadas por Julia, la de otro mundo e Isabel, la que se deja llevar por su deseo. Y otros muchos, entre los que están el general Rosas, victimario y víctima; y Juan Cariño, el que se hacía llamar Señor Presidente, huésped del prostíbulo del pueblo. Ha llegado hasta mí, un libro erróneamente postergado. Un libro duro, pero hermoso. Los recuerdos del porvenir son la memoria hecha libro. Aquella que está en todos los lugares y en todas las historias. La que está al centro de todos nosotros. Y que a medida que los años pasan en la ruta de nuestra vida, más se valoriza. Y siempre queremos tenerla cerca. Tal vez, sea ese tesoro verdadero, del que nunca vamos a querer desprendernos.

A pesar de que el primer párrafo de esta novela es de los mejores inicios que he leído, me costó entrar en esta historia. No entendía muy bien quien la estaba narrando, ni qué me estaba contando. Pero de alguna forma me vi atrapada en ella y ya no pude dejarla. Los Recuerdos del Porvenir es una novela coral en la que se cuenta la historia de Ixtepec y de sus habitantes. De hecho, es Ixtepec, un pueblo de México, el narrador de esta historia y el que nos da a conocer sus calles, sus casas, su clima, a sus gentes... Históricamente la novela se sitúa en la época posrevolucionaria y de la guerra Cristera que sufrió México a principios del siglo veinte. El pueblo está ocupado por los militares, comandados por el sanguinario general Francisco Rosas. Han ocupado el hotel del pueblo y allí mantienen a sus queridas, mujeres que “se han robado” y se han llevado con ellos. Mientras, en el pueblo, se respira el miedo de todos sus habitantes, oprimidos por la ocupación militar, por mucho que intenten aparentar una calma que no sienten. Porque Francisco Rosas, enamorado de la bella Julia, descarga sobre el pueblo la frustración que su desinterés le provoca. Elena Garro ha sido todo un descubrimiento. Su poética prosa, su rico vocabulario, sus magníficas descripciones de paisajes y sentimientos, ese toque de Realismo Mágico que tanto me gusta… Es cierto que es una obra compleja (por lo menos a mí me lo ha parecido), sobre todo por cómo juega con el tiempo, pero es una obra excepcional. Y es una obra crítica sobre distintos temas, entre los que me gustaría destacar la que hace a lo largo del libro sobre el papel de la mujer, que puede ser robada, ninguneada, encerrada y sometida sin que aquellos que se sienten “sus dueños” sientan el más mínimo escrúpulo por lo que están haciendo. Me ha gustado conocer Ixtepec tanto como me gustó conocer Macondo o Comala. A pesar de que me haya extendido en la reseña, me es imposible expresar todo lo que me ha transmitido y me ha hecho sentir. Aparte del General Francisco Rosas y su amada Julia, tampoco he mencionado a ninguno de sus personajes. Simplemente porque tendría que mencionarlos a todos. Todos son inolvidables y dignos de mención. Una obra altamente recomendable. Una autora que desconocía y que he descubierto gracias a @marenpergamino y que por si tenía alguna duda las reseñas, en esta u otras aplicaciones, de @JoseLuisGryffindor @canino_68 o @midoriAG me convencieron para leerla. Leído ABRIL 2023

Los Recuerdos Del Porvenir es un libro que me ha encantado de principio a fin, me ha envuelto con sus páginas y me ha soltado hasta dejarme con los sentimientos a flor de piel. Elena Garro da voz al pueblo de Ixtepec, quien es el narrador de este libro, y nos cuenta la historia de sus habitantes en un momento clave en el que el pueblo está gobernado por el sanguinario general Francisco Rosas. A lo largo de la novela aparecen múltiples personajes variopintos, que van desde el mismo general, pasando por los vecinos del pueblo, de las familias pudientes del pueblo, como los Moncada; de la beata Dorotea, del forastero Felipe Hurtado, de la enigmática Julia, por mencionar algunos, dan cuenta de lo que es la vida en dicho pueblo. Agrandes rasgos de esto trata el libro, pero la historia va mucho más allá de lo que yo les pudiese redactar en esta reseña, ya que no hay como sentir por uno mismo todo lo que la autora nos quiere transmitir a través de su narración. Sin duda alguna uno de los eslabones más importantes y que hace única esta novela y que hace que uno como lector caiga rendido ante Los Recuerdos Del Porvenir es la maravillosa pluma de Elena Garro, ya que su estilo narrativo le da alma y corazón a cada personaje, a cada escenario y nos envuelve en la trama de una manera tan cálida que nos hace querer devorar la historia. Y sumémosle que hace un retrato formidable del marco histórico desde donde decide darle vida a su historia, ya que Los Recuerdos Del Porvenir está situado en la Revolución mexicana y la Guerra Cristera, dándole así a la trama mucho más realismo. Por ello les recomiendo ampliamente este libro, porque es de esos libros que se quedarán contigo por mucho, mucho tiempo, porque Elena Garro te muerde el alma, te estruja el corazón y te acaricia la piel. PD: Mi más sincero agradecimiento para mi amiga Marenpergamino, ya que ella me recomendó y motivó para que leyese esta gran historia. ¡GRACIAS MAREN!

Los recuerdos del porvenir es una novela escrita por la mexicana Elena Garro. Fue publicada en el año 1963.Ese mismo año obtuvo el premio Xavier Villaurrutia. Se adscribe dentro de la corriente del Realismo mágico. La novela transcurre en un pueblo ficticio llamado Ixtepec. Estamos en México, poco después de la Revolución. Los habitantes del pueblo viven oprimidos por el general Francisco Rosas, que siembra el miedo en la población ahorcando o fusilando a muchos a causa de su desamor por Julia, una mujer a la que robó de su casa. En la segunda parte, Julia ya no está, y el pueblo se ve privado de la belleza y la ilusión. Esta parte se desarrolla durante la Guerra Cristera, que se cobró unas 250000 víctimas en México. Me ha encantado la novela. Los personajes son todos geniales, aunque hay muchos, ya que estos representan las diferentes clases sociales, profesiones, etc. de la gente del pueblo (curas, prostitutas, queridas, beatas, etc.). Destacaría el papel de las mujeres, que eran secuestradas de sus casas por los soldados, y obligadas a ser sus amantes. Me ha parecido original la elección del narrador, que es el propio pueblo de Ixtepec. También es sorprendente el tratamiento del tiempo, ya que en Ixtepec este se ha abolido, y el porvenir es la repetición del pasado. También me ha agradado que hable sobre hechos históricos, como la Revolución mexicana, que para Elena Garro, igual que para Carlos Fuentes, fue una revolución traicionada. En definitiva, recomendaría esta novela. Está muy bien escrita y, aunque cueste comprender algunos pasajes, sobre todo lo relacionado con el tiempo, vale la pena leerla. Para concluir, creo que la autora no tiene el suficiente reconocimiento, al menos fuera de México. En los manuales que he leído no se le da el lugar que merece junto a creadores como Gabo, Carlos Fuentes, Cortázar, etc. No sé si es por ser mujer o porque la eclipsó su marido, Octavio Paz. Ojalá me equivoque en esto, porque ha merecido la pena conocerla.

Tengo que partir contando que estudie literatura a fines de los 80 y principio de los noventa en una prestigiosa universidad en Chile, y que se centraba en literatura hispanoamericana. y tuve ramos de narrativa moderna y además cursos electivos centrados en el boom. Y la única mujer que leímos fue a María Luisa Bombal, claro quizás porque es chilena y no se podía obviar. Hoy y sólo porque he decidido que mayo leeré exclusivamente latinoamericanos y tengo un propósito, que tomé este año, de leer 100 escritoras latinoamericanas, me topé con este nombre, llega a mis manos este libro y la pregunta es por qué yo no sabía nada de esta mujer. Mientras leía, era tan mi asombro sobre su calidad, impresión que también tuve con Lazos de familia de Clarice Lisperger, que tuve que revisar internet y he ido descubriendo a estas mujeres que son extraordinarias escritoras. Sus vidas son casi para hacer una teleserie, pero a mi eso no me influye tanto al momento de leer, (aunque quizás explican su olvido desde la critica y los libros de antologías), porque si uno endiosa a los escritores terminaríamos con una lista de muy pocos que sobreviven, por que finalmente son solo personas llenas de defectos e inseguridades, pero que por alguna razón mágica al escribir terminan construyendo obras imprescindibles y maravillosas. Si uno habla de novelas imprescindibles del boom como Pedro Paramo,(1955) Cien años de Soledad (1967), la ciudad de los perros (1963) o el obsceno pájaro de la noche (1970), La muerte de Artemio Cruz” (1962) también debe nombrar esta obra publicada en 1963. (listas: Propósito 100 escritoras Latinoamericana, Propósito Leer a Escritoras Olvidadas del Boom Latinoamericano, 2021 Mayo . Qué viva Latinoamérica.)

Leí este libro muy rápido. Lo interioricé, fue totalmente mío. Caminé por ese pueblo para darme cuenta sobre los acontecimientos que eran narrados por esa misma tierra. No se trata de una historia, el pueblo era tan amplio en información que nos cuenta en un mismo libro dos historias diferentes, con los mismos personajes, pero son dos historias distintas que, debo decir, fueron muy completas y, ambas, dejan en el lector una sensación diferente. Realismo mágico? Era evidente que se trataba de magia, que los personajes y los parajes en los que se desarrolla la historia, a pesar de estar en esa cabeza, en esa imaginación tan desarrollada, parecían traídos por las hadas. Es un pueblo mexicano de los de antaño, chiquito y con poca gente. Lo imagino como los pueblos de mi país, pero el pueblo de la historia es un pueblo dotado de memoria, de carácter, de una voz. Es un pueblo partícipe que puede calificar las circunstancias y, a pesar de nunca intervenir, es capaz de percibir todas esas sensaciones que transmiten los personajes y que nos muestra de una forma maravillosa. Los personajes no podían ser personas más comunes, y eso es parte de su encanto. Como en todo pueblo, son personas que siempre están pendientes de lo que le acontece al prójimo, para bien o para mal; son personas crueles respecto de la forma en la que juzgan, pero que, a su vez, tienen la capacidad para unirse y ayudar en los momentos más difíciles. Algunos son bellos y otros no tanto. Julia es un claro ejemplo de ello, su belleza hacía que todos estuviesen pendientes de sus actos, de su origen, del lugar al que se dirigía. Ojalá las entretenciones duraran para siempre! El Villano, si es que lo existe, es encarnado por el general Rosas, villano por bueno y por malo; tal vez incomprendido, empezando por él mismo. No supo que el amor podía dañarlo más aún, maldito sanguinario. La familia Moncada, bonitos momentos nos transmite, bonitos valores nos enseña, esos de antes. El querido presidente Juan Cariño, un loco que, cuando se necesitó que estuviera cuerdo, estuvo a la altura. Todos esos personajes y los otros, tienen aspectos importantes que mostrar. Hasta en los burdeles se aprenden valores. Siento que es un libro de obligatoria lectura y estoy seguro que cada vez que lo lea sacaré unas conclusiones nuevas, me daré cuenta de aspectos que había pasado por alto, porque el libro, pienso, tiene esa virtud, tiene enseñanzas ocultas y otras evidentes por todos los lados, referencias, tesoros que aparecen dependiendo del lector y del momento en que se lea.