Veinte años después de haber escrito Tuareg , el autor -empujado por los injustos acontecimientos que están ocurriendo en el corazón de África- retoma los personajes de aquella novela, que ha pasado a convertirse en un clásico del género de aventuras. Las tribus nómadas del Sáhara más profundo llevan años sufriendo la brutal agresión que significa el paso cada año por sus tierras de cientos de vehículos en una insensata carrera que destruye vidas humanas, cultivos y ganado, sin aportar a cambio más que la estúpida gloria de llegar el primero a una meta imprecisa. Ya se han cansado. A los ojos de un tuareg, ésa es una absurda «prueba deportiva» que jamás debería volver a atravesar sus territorios, y para impedirlo están dispuestos incluso a dar la vida.
Los ojos del tuareg, de Alberto Vázquez-Figueroa La familia del legendario tuareg Gacel Gayah, vive con honor la muerte de su padre, pero sufre la marginación de su pueblo, por lo que deben retirarse a un rincón del desierto y vivir tranquilos pero lejos de cualquier otra agrupación humana. Sin embargo, hasta ahí llega la locura de un mega evento deportivo, un rally por el desierto, que no solo interrumpe la paz de la familia de Gacel, sino que además pone en riesgo la vida de todos ellos. Es por esto que nuevamente el jefe de familia, ahora Gacel Gayah hijo, toma la justicia en sus manos como lo hizo su padre y crea toda una revolución y enfrentamiento de culturas que nos llevará por una gran aventura. La novela pone en relieve las consecuencias sobre las poblaciones nómadas del Sahara del rally por el desierto de África, todo por los beneficios económicos de unos pocos y la satisfacción de gran cantidad de aventureros, que en conjunto, no piensan ni en su propio bienestar, ni en el de los pueblos que cruzan en su loca carrera. En esta ocasión Alberto Vázquez no llega a superar la primera parte “Tuareg”, pero nos da a conocer aspectos reales de esta gente que son actuales y preocupantes. El irrespeto del hombre hacia el hombre, continua en todos los rincones del mundo. Leído en abril 2022 CITAS La experiencia es algo que va llenando tu equipaje a medida que avanzas por la vida, y que resulta de gran utilidad cuando te enfrentas a problemas conocidos. No tener es malo… Pero no saber es peor. Lo peor que puede ocurrirle a un ser humano es no llegar a ser lo que en justicia debiera haber sido, sino convertirse en el resultado de una jugarreta del destino, que se divierte trastocándolo todo con la misma inconsciencia con la que un niño se divierte arrancándole las plumas a un canario.
Lo leí a continuación de TUAREG y me decepciono, esta bien su lectura, pero le falta el ritmo que desborda la primera obra.
Excelente continuación de su anterior obra, lo cual no es poco. El autor logra encajar las piezas y traslada un conflicto de honor (el caso de la primera) del pueblo del desierto a una aventura de venganza con el telón de fondo de un Rally Dakar y toda la catarata de intereses económicos que conlleva. Existían riesgos de caer en un error, pero la novela está muy bien resuelta.
Siempre conviene ser más listo de lo que uno parece. La gente se pasa la vida pretendiendo parecer más lista de lo que es en realidad, y eso le pierde.
La experiencia es algo que va llenando tu equipaje a medida que avanzas por la vida, y que resulta de gran utilidad cuando te enfrentas a problemas conocidos.
Lo peor de la Muerte es que ningún ser humano ha sabido entender nunca su aberrante sentido del humor. Pero ¿qué otra cosa se puede esperar de quien debe sentirse demasiado aburrida porque tiene la absoluta seguridad de que al final siempre acaba venciendo?
Lo peor de la Muerte es que aborrece por igual a quienes la aman y a quienes la odian. Lo peor de la Muerte es que persigue al que huye y huye de quien la persigue.