La coeducación de niños y niñas en las escuelas y colegios mixtos perjudica su desarrollo intelectual y personal. Por eso es mejor la educación diferenciada. Los países más desarrollados de nuestro entorno (Estados Unidos; Suecia; Francia; Alemania; Reino Unido...), ante el escandaloso fracaso escolar y la violencia de género que padecen hoy los colegios, han optado por abrirse a la diferencia y ofrecer clases separadas durante determinadas edades. El resultado de estas experiencias, plasmado en estadísticas y datos empíricos, ha sido en todos los casos y países espectacular: aumento del rendimiento académico; disminución de la violencia de género; mejor ambiente en las aulas; mayor eficacia en la labor docente.