LOS MONSTRUOS EN COLOMBIA SÍ EXISTEN

El trabajo de recopilación, investigación, clasificación y estructuración de la información realizada por el autor es propio de la rigurosidad del académico y el científico comprometido con la verdad respaldada en las pruebas y con la necesidad de la creación de la reconstrucción histórica no para premiar a los delincuentes manteniendo su memoria viva, por el contrario, el objetivo de obtener un documento como apoyo para contribuir a la identificación, investigación y porque no una posible prevención de este tipo de crímenes es lo que le da el valor intrínseco a la obra. Es innegable que somos muchos los que sentimos una curiosidad enorme por el comportamiento y perfiles psicológicos de los asesinos en serie, que muchas veces parecen ser leyendas urbanas o historias lejanas retratadas con exageración en películas o libros de ficción, pero la cercanía de los crímenes realizados por los protagonistas de esta investigación, nos devuelven a la premisa de que la realidad supera a la ficción. Hombres monstruosos, manipuladores, violentos, violadores, mentirosos, estafadores, con encanto para seducir y luego obrar con maldad, con pasados aún más oscuros y dolorosos, comparten perfiles y trastornos mentales que los convirtieron en personajes brutales, como es el caso de Pedro Alonso López, el “monstruo de los Andes” que, con más de trecientas víctimas, no paso tanto tiempo en prisión como se esperaría; lo que los lleva a compartir también como característica común, ser beneficiarios del pésimo sistema penal que comparten los países latinoamericanos.