LOS DIVINOS

Demoledor, siéndoles sincero este libro me destrozo y como mi rutina de lectura siempre la llevo a cabo en las noches, la verdad no pude dormir cuando pasé por el tramo del libro donde se cuenta toda la tragedia por la que tuvo pasar ella: Yuliana Samboni. Y es que si bien en el libro la autora dice que por respeto se referirá a ella como niña-niña, Yo por el contrario pienso que a una tragedia como éstas hay que ponerle nombre, y no solo para que como sociedad recapacitemos, cuidemos a nuestros niños y veamos los horribles alcances que puede llegar a tener el ser humano, sino precisamente porque considero que la mejor forma de honrar a una persona es manteniendo su recuerdo vivo. Yuliana: perdónanos porque como sociedad no fuimos capaces de cuidarte y protegerte, ruego para que tu alma haya encontrado la paz y la tranquilidad que en este mundo te fue arrebatada, eres un ángel, de eso estoy seguro. Del libro como tal, además de destrozarme considero que está muy bien escrito, la autora en todo momento es muy respetuosa con el recuerdo de Yuliana (aunque para mí debió mencionarla), se basa y cuenta solamente lo necesario de toda la tragedia, siendo una historia tan pero tan difícil de contar Laura Restrepo con pocos detalles logra hacernos reflexionar y analizar el caldo de cultivo de esos entornos malsanos y tóxicos de los que estamos rodeados y que terminan ocasionando tragedias como éstas. Descansa en paz Yuliana, me comprometo a mantener vivo tu recuerdo en esta sociedad que suele pasar página rápidamente y dejar en el olvido sucesos que SIEMPRE deberíamos llevar tatuados. De mi parte cada 26 de junio que era la fecha de tu cumpleaños, te mencionaré y te recordaré. Vuela alto niña.

Has tenido un amigo o un grupo de amigos con los que has compartido muchas cosas en la vida. Has pensado incluso que son como familia, porque de las horas que te ha proporcionado la vida has estado más tiempo junto a ellos que con tus propios padres. Los conoces, o eso piensas... Sabes cuál de ellos es más tranquilo, cuál otro es solitario, cuál es propenso a la violencia, pero sabes que todos ellos tienen sus límites, que son gente buena porque les han inculcado valores desde el mismo día en que nacieron. Conoces a sus familias, los conoces a ellos, o eso piensas… Has visto actitudes extrañas en uno de ellos, pero nada pasa porque hasta, sabes, tú mismo las has tenido. Quién no se ha tomado unos tragos y ha causado daños en medio de la inconsciencia a la que puede llevar el alcohol. Esta historia es contada por un amigo, el Hobbo, quien nos va presentando poco a poco a su grupo de cinco amigos. Son amigos desde la niñez, pero él dice no saber muy bien la razón por la cual logró encajar en ese grupo, porque siempre ha sentido que en razón a la poca capacidad económica que tenía su familia no podía estar con ellos, pero admite que, desde que fue aceptado en el grupo, siempre estuvieron juntos, logrando una amistad perdurable en la que cada uno era aceptado desde su forma de actuar. En cada capítulo nos narra sobre cuál era la personalidad de cada uno de ellos, nos habla sobre todas las cagadas que hacían, de las promesas de amistad, de los paseos y novias que compartían. La autora nos va acercando a la presentación del nudo de la historia. Sabemos, con las descripciones, cuál de los amigos es el más complejo, cuál el más débil, y cuál es el mismo demonio. Debo confesar que hasta este punto, no sentí una real conexión con lo que se contaba, porque se me hacía tonta la forma en la que actuaban los personajes, pensaba: “qué diablos es lo que estoy leyendo, es solo una historia de unos tontos que no tienen límites”. No sentía la más mínima empatía por ellos, por ninguno, incluso el amigo que ostenta la calidad de narrador. Se me hacía otro ser falto de carácter que no tenía las huevas para ponerle freno a las conductas de los otros, de aquellas personas que solamente vienen al mundo a saludar. Pero, solamente hasta que la autora presenta el capítulo de la niña, personaje que no conocíamos aún, fue cuando mi cabeza hizo clic y me di cuenta que lo que se narraba tenía que ver con una historia real, una historia de terror que se vivió en Colombia hace unos diez años, y, por supuesto, logró que renaciera el interés suficiente para seguir leyendo el libro: maldito morbo, o curiosidad, o simplemente ganas de revolver el corazón, porque ese recuerdo hizo también renacer ese sentimiento de odio que tuve cuando sucedió la historia real. Es acá en donde debo aplaudir a la autora: Supo cómo, a través de una historia verdadera que causó indignación a todo un país, crear una buena ficción. Lo que se cuenta no se corresponde con la realidad de lo que aconteció; los personajes son ficticios; no hubo coparticipación de los amigos sino de sus propios familiares (algún aspecto legal le impidió tal vez narrarlo de la forma en que pasó). Pero supo cómo agarrar una tragedia para hacer un libro muy interesante. No me gustó la forma de la narración, siento que me he vuelto muy “clásico” en la forma, por lo que me aparto de esa narración realista traída desde la jerga actual de los personajes. Acá el narrador es un joven, rolo, de clase media alta, sé que tenía que contarnos su historia desde la forma en la que vive y la que es, pero a mí no me gusta oírlo así, qué puedo hacer! Espero que el mensaje del libro ayude a crear conciencia sobre el peligro que representan este tipo de personas, unos monstruos. Que se siga haciendo justicia, humana y de la que quepa. Y, sobre todo, que Yuliana descanse en paz…

Como bien señala la contraportada: “trasciende el crimen narrado para llegar, a través de él, hasta los recovecos más oscuros de toda una cultura”; podría ser una novela policial más pero en realidad es una radiografía de una época, de una sociedad y de un país (podría ser cualquier país).Es una reinterpretación de un impactante, macabro y terrible hecho real (no nos lo narra) pero con personajes inventados de los que conocemos sus apodos: los Tutti Frutti (los Divinos) un grupo de cinco amigos que se conocieron en la niñez en un elitista Liceo de Bogotá y con el paso de los años mantienen su hermandad, su lealtad y sus tradiciones.La novela está narrada en seis capitulos y en primera persona; conocemos profundamente a Niña con sus sueños, en su mísero mundo y a los Tutti Frutti y como han ido evolucionando con el paso de los años, ellos son: Hobbo (narrador): de familia venida a menos (lo que marca una diferencia) y enamorado de la novia de otro miembro; Duque: propietario de una finca espectacular, perfeccionista y amante del orden; Tarabeo con un físico espectacular, infiel profesional y que cree que lo sabe todo; Pildora inocente e ingenuo y utilizado por el resto y Muñeco el supersociable, enmadrado, narcisista y obsesionado por todo tipo de sexo en internet. Todos ellos están perfectamente contextualizados.Libro estremecedor y con un ritmo in crescendo vertiginoso, en parte escrito con un estilo periodístico pero siempre con un lenguaje sorprendentemente rico, mezclando magistralmente el lenguaje de la calle con el coloquial de las clases altas y típicos localismos y todos con gran sonoridad. Con gran dureza muestra: la realidad sobre las mujeres que son “para casarse o para usar y abusar de ellas” y siempre con un papel secundario (aunque con sorpresa); una sociedad marcada por la desigualdad, la violencia y la pobreza extrema mostrando un machismo condescendiente y finalmente un intento de comprensión de este tipo de atrocidades con las reflexiones existencialistas del narrador y un gran tono intelectual.

"LA HISTORIA DE UN FEMINICIDIO CONVERTIDA EN NOVELA, CRIMEN QUE CONMOVIÓ A UNA SOCIEDAD ENTERA. UN ALEGATO CONTRA EL FEMINICIDIO" Los Divinos, es la recreación hecha desde la ficción de un crimen real, un libro que abre una ventana para ver la podredumbre de una clase social adinerada que se sabe toda poderosa e impune y siente que está más allá del bien y del mal, por encima de la ley, y de todos lo que no son parte de su clase. La trama de la novela se basa en uno de los crímenes más impactantes cometidos y que conmocionó a Colombia por su crueldad, pero los personajes implicados son inventados por la escritora. Y a partir de este hecho real, la escritora decide escribir una novela intima, de ficción, con la idea de tratar de explicarle al mundo, y a ella misma, por qué una persona comete el feminicidio, de una niña de siete años, que por amor y respeto a ella, la autora no le pone nombre, porque ella será la representante de las miles de mujeres y niñas que desaparecen cada día en Colombia y que esta novela pretende rescatar del olvido. Novela que trasciende el crimen narrado para llegar, a través de él, hasta los recovecos más oscuros de toda una cultura. La historia en donde la realidad dio paso a la ficción. Retrata al Muñeco, el depredador que actuó a sangre fría, con alevosía y premeditación, que secuestro, torturo, violo y asesino a una niña, y a sus cuatro compinches, unos jóvenes ricos y exitosos que mantenían desde la infancia una logia maligna llamada Tutti Frutti. Todos sin querer y si pensar siquiera, acaban siendo cómplices del horror. Como cómplice termina siendo también la sociedad egoísta y superficial que les da origen. Además la escritora con la novela logra hacer una radiografía de la sociedad que crea monstruos capaces de cometer semejantes infamias. Y cuya lectura invita a la reflexión sobre quiénes somos y qué responsabilidad tenemos cada quien en la conformación de una sociedad cuyos niveles de violencia permiten la existencia del feminicidio. Y también es una obra que se vale de la literatura para conminarnos a la acción contra este flagelo social. Una lectura a ratos sórdida pero siempre cercana, tristemente cercana, porque quien cuenta la historia de un crimen que conmocionó a un país pertence al grupo de los divinos, y lo hace de una forma muy humana, incluso cálida, en un lenguaje sencillo casi escueto y sobre todo real, contemporáneo, urbano, divino. Una narración que investiga un asesinato desde la voz interior de los implicados. Un análisis de la alta sociedad de Bogotá. Y a la vez una obra para remover conciencias y luchar contra el asesinato y desaparición de miles de mujeres y niñas diariamente. Desde la ficción aborda un problema muy real con cercanía y adicción. Lo triste es que se perdiera una vida, una vida sesgada por un hombre que creía que podía hacer lo que quería porque era una niña pobre e indígena. Pero su caso sentó precedente y esperamos que sirva para que haya justicia para otras niñas". Me ha encantado. Es un libro totalmente recomendable, profundo, adictivo. Una trama que te resuena en la cabeza una vez terminada la lectura. Escrito con maestría, ritmo y a la vez poesía. Conjuga el lenguaje coloquial y a la vez cuidado con reflexiones interesantes y acertadas. Hacía tiempo que no leía algo tan potente.

Es un libro basado en una historia real que sucedió en Colombia a finales del año 2016, es una historia cruda; redactado por la escritora desde su grupo de amigos ficticio "los Tuti frutti". Cuenta la historia de cómo era el autor del crimen desde niño hasta el día en que comete dicho asesinato. Un libro que hace un contundente llamado a rechazar el feminicidio, es un libro que te atrapa, quizá por los modismos que se utilizan, puede ser algo tedioso para las personas que no son nativas de la región, pero en realidad es un libro que vale la pena leer.

Probablemente sea de los mejores libros que he leído últimamente. Aún consciente del final de la trama, -pues está inspirado en una historia real-, la tensión a la que se nos somete a partir del capítulo tres es increíble. Me pasó eso que pasa con los libros que son excelentes: no pude dejar de leer. Para los que no conocen a Laura Restrepo, que abran el libro y se dejen llevar. Merece la pena.

Una lectura apasionante, para una narración trepidante, minuciosa. Atrapa, no deja que lo dejes, anhelas saber, descubrir, casi gritarías al personaje narrador que no se demore en divagaciones, por favor, explique, pero evite lo escabroso, es demasiado sucio, diría inhumano, pero no, habitan este planeta seres, llamados humanos, capaces de esto y peor.

Un horrendo suceso cuya víctima resulta una niña dinamitará la hipócrita relación de un grupo de cinco amigos del instituto. Laura Restrepo, con un estilo elegante y original, subraya los atropellos que son capaces de cometer algunos hombres cuyas víctimas son mujeres; apunta la autora que son cómplices por omisión otros hombres que callan, son permisivos y dan cobertura a esos monstruos.