LOS AÑOS DE LA ESPERA

“Los años de la espera” es la segunda entrega de la trilogía “El tiempo del exilio”, que comenzó con “Los años oscuros”. En la primera parte, que va desde Mayo de 1939 hasta 1944, conocimos a los protagonistas cuando, al terminar la guerra civil española, viajaban a México a bordo del SINAIA, y conocimos sus vidas en esos primeros años en el exilio. En esta segunda parte retomamos la historia de nuestros personajes y de sus descendientes, entre los años 1948 y 1968. No quiero contar mucho de la historia porque sería difícil no desvelar nada de la primera parte, y tal vez haya gente que se anime a leer estos libros. Si me he decidido a reseñarlo es para resaltar que es una muy buena historia, que se adentra en importantes conflictos históricos a lo largo de esos años, principalmente en Hispanoamérica, y esa parte histórica sumada a la convulsa vida de los personajes de ficción, hace de esta trilogía una muy buena opción para comprender buena parte de nuestra historia reciente, además de hacernos disfrutar de una buena lectura. Me gusta mucho la estructura de estas novelas, divididas en varias partes (cuatro en este caso), que a su vez se dividen en capítulos cortos, con lo que consigue tanto atraparte como que la lectura sea muy amena. Y, además, tenemos un misterioso narrador. Cada cierto tiempo, la historia se interrumpe para intercalar un diálogo entre dos personajes. Uno de ellos no conoce la historia, y le pide al otro que se la cuente. Estos diálogos, anticipando algo de lo que va a pasar, consiguen que tu intriga aumente. Deseando leer la tercera y última parte, “Los años rojos”, que se presenta muy interesante. Veremos qué les depara la vida a los Alcaraz, los Puig, Berta Aguirre, Lorenzo Vilá, y al resto de personajes que se han ido sumando a esta fantástica historia. Y…. ¿sabremos por fin quien es el narrador o narradora? Estoy sumamente intrigada. Agradezco a @Geloblanco sus reseñas de esta trilogía, gracias a las cuales me decidí a leerla. Leído Enero 2024 “Evidentemente los títulos de cada uno de los tres libros no son casuales, sino simbólicos: Años oscuros son los primeros, aquellos en que no se veía ningún futuro, en que todos los caminos parecían cerrados. Años de la espera son aquellos en que el mundo parecía haberse detenido y aguardaba, tras una II Guerra Mundial, unos momentos antes de lanzarse a otra vorágine de miedo y de luchas; pero también de esperanzas y anhelos. Y los años rojos son los del final de muchas utopías, pero también el inicio de otras. Porque mientras existan seres humanos, existirán las ilusiones.” Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.

Segundo libro de la trilogía «El tiempo del exilio». Van pasando los años y nuestros protagonistas mejor o peor van sentando sus raíces en México, las esperanzas de volver a España prácticamente han desaparecido tras el final de la II Guerra Mundial y comprobar que el mundo se preocupa más por recomponerse y por comenzar «La Guerra Fría» que por acabar con el último reducto fascista. Comenzamos a ver crecer a la siguiente generación ya nacida en México y asistimos como Juanito, hijo de Ana y nieto de Valeriano, conoce a Ernesto «Che» Guevara y su posterior participación en el derrocamiento del dictador Batista en Cuba y los primeros años de la dictadura comunista de Fidel Castro. También aparece un personaje que creíamos fallecido, Ismael, el otro hijo de Valeriano, tras pasar por el infierno de Mautthausen llega a México y crea un grave conflicto en la familia implantando a su alrededor todo el resentimiento y el odio por lo sufrido en el campo de concentración. Continua así la trama que nos muestra a través de un grupo de inmigrantes el caos que sucedió en Latinoamérica en la mitad del siglo XX. La lucha de los dos grandes bloques de la Guerra Fría, por hacerse con el control de la zona, implantando gobiernos que resultaron dictaduras que masacraron a sus pueblos. Sigue creciendo la intensidad en este segundo libro, no puedo esperar a leer el tercero donde espero un gran remate de esta interesante historia. Magnífico, como siempre, Jordi Sierra i Fabra en la presentación de los personajes y en la narración de una época tan complicada.